Especiales-Mapas de riesgo

Líderes sociales del Catatumbo: todas las armas les apuntan

Por: Nicolás Sánchez, Valeria Arias, Carlos Mayorga y Juan Gómez, periodista de La Paz en el Terreno*
*Foto cortesía de: Ascamcat

Líderes sociales del Catatumbo: todas las armas les apuntan

La guerra entre el Eln y el Epl en Norte de Santander ha elevado los riesgos de los líderes en la región. También denuncian atropellos de la Fuerza Pública. Asesinatos, amenazas y desplazamientos forzados cercan a los defensores de derechos humanos.

Han sido desesperados los intentos de las organizaciones sociales que hacen presencia en el Catatumbo (11 municipios de Norte de Santander) para que el Eln y el Epl pongan fin a la guerra que libran desde marzo de 2018. Nada ha surtido efecto, a pesar de que ha habido acercamiento entre ambas estructuras armadas, la paz ha sido esquiva y los líderes sociales han quedado en medio.

En 2018, el año más intenso de la confrontación, se registraron 35 agresiones (incluyendo 16 asesinatos) contra defensores de derechos humanos en esa región. Colombia2020 y Rutas del Conflicto se reunieron con más de 15 líderes de 10 de los municipios del Catatumbo, quienes elaboraron una cartografía de los factores que los ponen en riesgo: el más mencionado fue la guerra entre el Eln y el Epl. Incluso, uno de los líderes que participó del ejercicio, mientras se hablaba de Hacarí, el municipio más golpeado por ese conflicto, aseguró: “Somos muy irresponsables y al mismo tiempo guapos para hacer esta exposición acá. Da miedo". Por la constante amenaza a sus vidas nos abstenemos de revelar sus nombres.

¿Por qué la confrontación armada entre dos actores armados afecta la situación de seguridad de los defensores de derechos humanos? El director del Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo, Mateo Gómez, explicó que “los actores violentos regularmente discriminan el territorio y sus pobladores como afectos a uno u otro grupo, volviéndolos de esa manera objetivos militares. Regularmente dicha estigmatización está fundada en prejuicios contra los líderes por llevar la vocería de comunidades altamente vulnerables”.

Entre finales de 2019 y el presente año, el conflicto entre ambas guerrillas se ha desplazado hacia La Playa de Belén y Ábrego, municipios sobre los que se centra gran parte de la preocupación de la Defensoría del Pueblo, como lo expresó Gómez. A esa confrontación se suma la presencia de una disidencia del frente 33 de las Farc en varios municipios de la región.

Foto cortesía de: Archivo El Espectador.

La militarización de la zona tampoco ha significado garantías para los líderes. De hecho, entre la cartografía que hicieron también incluyeron varias agresiones por parte de la Fuerza Pública. En el Catatumbo hacen presencia la Fuerza de Tarea Vúlcano y la Fuerza de Despliegue Rápido #3, del Ejército. La queja más insistente fue por empadronamientos, según los defensores de derechos humanos es frecuente que sean detenidos en retenes militares, donde los soldados les piden los documentos, les sacan fotografías a las cédulas y se las retienen, además, anotan en cuadernos los nombres de quienes transitan por las vías. Consultamos a la Segunda División del Ejército y aseguraron que han recibido una queja por hechos como el descrito y que “se realizaron diligencias previas de conformidad con lo normado en la Ley 1862 del 2017 (que regula la conducta de los militares), posteriormente se profirió auto inhibitorio 009 de 2019”.

El señalamiento más grave que hay sobre actuaciones del Ejército contra líderes sociales en la región es un atentado contra el líder Olger Pérez. Según la denuncia, el 20 de abril de 2019 hombres del Ejército abrieron fuego contra las motos en las que se transportaban el dirigente y sus acompañantes, Nicolás López y Horacio Ramírez, en la vereda San Luis de San Calixto. Los tres salieron ilesos. La Segunda División informó que por esos hechos se adelanta un proceso disciplinario que se encuentra en etapa de instrucción.

También hay quejas de supuestos montajes judiciales. La Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat) señaló al Ejército de implantarle un arma al líder Óscar Barragán en un retén en el que lo detuvieron el 8 de abril de 2020. La Segunda División se defendió asegurando que se trató de una “captura en flagrancia” de él y tres personas más. “Todos los procedimientos de captura adelantados por las unidades militares obedecen a orden emitida por la autoridad competente y a petición y en compañía de funcionarios de Policía Judicial”, dijeron sobre otras denuncias.

Este año nueve quejas han sido interpuestas ante la Defensoría del Pueblo contra la Fuerza Pública. “En términos generales quejas en las que identifican afectaciones en la integridad personal, intimidad o privaciones injustificadas de la libertad en el marco de operaciones del Ejército y Policía. A todas ellas les damos el respectivo trámite para efectos de requerir a las autoridades y en caso de que los hechos lo ameritan trasladamos a la Fiscalía y la Procuraduría para que hagan lo propio”, enfatizó Gómez.

A pesar de ser buscado insistentemente, el Departamento de Policía de Norte de Santander no envió respuestas a un cuestionario para conocer cuáles son sus acciones para prevenir las agresiones contra los líderes sociales del Catatumbo.

Cultivos de coca. Foto cortesía de: Archivo El Espectador.

Hay otros factores que aumentan los riesgos contra los líderes en la región. Por ejemplo, abanderar la implementación del Acuerdo de Paz firmado por el Estado y las Farc e impulsar el Plan Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (PNIS). “Ambas, estrategias de políticas que afectan directamente los intereses de las estructuras (armadas ilegales)”, afirmó Gómez. Tres municipios del Catatumbo se ubican entre los 10 que más tienen coca en el país, según la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito: Tibú, Sardinata y El Tarra.

A eso se suma que desde marzo de 2020 se intensificó la erradicación forzada, lo que ha generado tensiones entre las comunidades y la Fuerza Pública. Incluso, el 26 de marzo murió, tras recibir un disparo de parte de un soldado, el campesino Alejandro Carvajal. Los hechos son materia de investigación. “Confiamos y le hemos recomendado al Gobierno Nacional máxima coordinación entre las actividades de sustitución voluntaria y erradicación forzada preponderando siempre la sustitución voluntaria que a nuestro juicio es la ruta para edificar la paz en el país”, puntualizó Gómez.

La infografía que acompaña este artículo muestra los resultados del cruce de bases de datos de la Defensoría del Pueblo, Somos Defensores, la Misión de Observación Electoral, la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes), Fundación PARES, Indepaz - Marcha Patriótica y la Corporación Red Departamental de Defensores de Derechos Humanos (CorpoReddeh). La amenaza y el homicidio son los hechos victimizantes más recurrentes, con 37 y 30 casos respectivamente. Les sigue el atentado (14) y el secuestro (7). De los 11 municipios del Catatumbo, 10 registraron al menos un homicidio. Según CorpoReddeh, más de 250 líderes sociales y defensores de derechos de la región del Catatumbo están en situación de amenaza.

Economía ilegal de hidrocarburos

Aparte del narcotráfico, hay otra economía ilegal que representa graves riesgos para los líderes sociales. Tanto el robo de petróleo del oleoducto Caño Limón-Coveñas, proceso conocido localmente como ‘pategrillo’, como el contrabando de gasolina —la procesada por los ‘pategrilleros’ y la que ingresa por Venezuela—, comprenden la economía ilícita de hidrocarburos en el Catatumbo, un escenario de disputa entre los grupos armados ilegales.

“Los líderes regularmente están denunciando y visibilizando que dicha práctica (‘pategrillo’) trae efectos fatales para el medio ambiente por el altísimo riesgo y afectación a fuentes hídricas y ello los ponen en la mira de los actores armados interesados en dicha explotación”, explicó Mateo Gómez, de la Defensoría del Pueblo.

Denunciar la contaminación que generan las válvulas de extracción de crudo ha traído amenazas tanto a líderes campesinos como a líderes indígenas Barí. Líderes sociales de la región cuentan que “muchas veces los ‘pategrilleros’ aseguran tener un aval de los grupos armados ilegales del Catatumbo” para delinquir. Los ‘pategrilleros’ “miran cuando la comunidad se reúne y quién habla, y al que habla es al que le caen. Dicen: ‘Usted se calla o lo callamos’”, afirmó un líder comunal.

Los riesgos asociados a la economía ilegal de hidrocarburos fueron mapeados en 6 municipios, incluyendo a Ocaña, pues, aunque el oleoducto no pase por ahí, harían presencia carteles de gasolina conocidos como ‘pimpineros’. Sin embargo, Gómez afirma que el riesgo se extiende a toda la subregión. El ‘pategrillo’ “tiene detrás carteles enormes que mueven el producto por la vía de Tibú a Convención”, le explicó Wilfredo Cañizares, director de la Fundación Progresar, a El Espectador en febrero de este año. Las canecas del combustible que procesan se venderían en zona de frontera por casi la mitad de lo que vale la gasolina pura.

Otros riesgos

Denunciar otras afectaciones ambientales, como las generadas por voladuras del oleoducto o la deforestación que generan los negocios de grandes empresarios en la zona, puede acarrear amenazas, según los líderes sociales entrevistados. A estas, se suman las que conllevan ser líder reclamante en procesos de restitución de tierras o denunciar procesos corruptos de expansión de zonas urbanas para la explotación de recursos, conocidos como 'volteo de tierras'.

Otros liderazgos en riesgo son los del pueblo binacional motilón Barí, compuesto por 3.129 indígenas, agrupados en 25 comunidades y dos resguardos (Motilón Barí y Catalaura La Gabarra). Están asentados en la punta norte de los municipios de Teorama, El Tarra, Tibú, El Carmen y Convención, en la frontera con Venezuela. Gómez explicó que las amenazas contra ellos, que han resistido históricamente en el territorio, son colectivas, afectando tanto a sus líderes como al resto de sus integrantes.

Por otro lado, durante la construcción de las cartografías para este reportaje, llamó la atención la cantidad de veredas que los líderes referenciaron en cada municipio con presencia de minas antipersonal y otros artefactos explosivos, indicando el riesgo que representan para la población general. Según el Comité Internacional de la Cruz Roja, Norte de Santander fue el departamento con mayor número de víctimas de estos artefactos en 2019, con 110 víctimas, 47 más que en 2018.

Homenaje a líderes sociales del municipio de Convención. Foto cortesía de: Archivo El Espectador.

Todos los fuegos cercan la labor de los líderes sociales en el Catatumbo. Por eso, les han pedido a las guerrillas sacar a la población civil de la guerra que están librando. Al Estado le han insistido que no necesitan más hombres armados en la región, sino que llegue la inversión social que todas las organizaciones de la zona reclaman. Además de Ascamcat, las organizaciones sociales con mayor influencia en el Catatumbo son el Movimiento Constituyente Popular (Mcp), el Comité de Integración Social del Catatumbo (Cisca), el movimiento de Juntas de Acción Comunal (JAC) y la Asociación por la Unidad Campesina del Catatumbo (Asuncat), creada el año pasado. Mientras eso sucede, defender los derechos humanos en la zona seguirá siendo una labor de altísimo riesgo, pero algo a lo que no están dispuestos a renunciar. Como lo dijo uno de los líderes de la región: “En medio de tanta cosa tenemos 99 razones para irnos, pero siempre ha habido una razón para quedarnos: la defensa de este territorio que es de nosotros”.

Mapas de Riesgo

Para representar los riesgos que los líderes y las lideresas sociales mapearon como generales en el municipio, se rodeó su perímetro con el símbolo del riesgo.

Municipio de Tibú

Convenciones

Municipio de Sardinata

Convenciones

Municipio de Hacarí

Convenciones

Municipio de La Playa de Belén

Convenciones

Municipio de Convención

Convenciones

Municipio de Ocaña

Convenciones

Municipio de El Tarra

Convenciones

Municipio de San Calixto

Convenciones

Municipio de Teorama

Convenciones

Municipio de El Carmen

Convenciones

*La Paz en el Terreno es una alianza entre Colombia2020 y Rutas del Conflicto que rastrea la implementación del acuerdo de paz entre el gobierno y la extinta guerrilla de las Farc en dos temas claves: la situación de los líderes sociales y el proceso de reincorporación de los excombatientes. Para mayor información, consulta lapazenelterreno.com. Esta publicación es posible gracias al apoyo de la fundación alemana Friedrich-Ebert-Stiftung (FES) en Colombia y al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

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