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No denunció
Karla,
Torres
† 12.31.2016

A pesar de que el nombre que está registrado ante la Fiscalía es Carlos Jesús Baéz Torres, a quien asesinaron los sicarios fue a Karla Torres, así se identificada la lideresa social que fue asesinada en el barrio Latino de Cúcuta. Era trabajadora sexual y se dedicaba a defender los derechos de esa población que está expuesta a todas las violencias en la ciudad fronteriza. Dos impactos de bala acabaron con su vida.

Tipo de liderazgo:
LGBTI

Tipo de comunidad:
Comunidad urbana

Organización a la que pertenecía:
Asociación de Chicas Trans de Norte de Santander

Fase de la investigación:
Indagación
Cúcuta, Norte de Santander

A Karla le hicieron dos atentados en el 2016, el primero en octubre y el segundo en diciembre. La primera vez los agresores se bajaron de un taxi con cuchillos y la segunda hombres en moto se bajaron con armas de fuego y la intimidaron. En ambas ocasiones la salvaron de morir sus compañeras prostitutas que trabajan en el mismo sector.

Karla ejercía la prostitución en la calle séptima con carrera tercera, donde como a las otras chicas trans de la zona le tocaba pagar una extorsión por trabajar que podía oscilar entre los 50 mil y los 100 mil pesos. En la capital de Norte de Santander las trabajadoras sexuales sobreviven con la presión de grupos que se identifican como las Autodefensas Unidas de Colombia, los Rastrojos, los Urabeños, incluso, denuncian abusos por parte de la Policía.  

Al ver las violencias a las que estaban expuestas diferentes poblaciones vulnerables en Cúcuta, Karla decidió sumarse a Asociación de Chicas Trans de Norte de Santander  (Asotrasnor). En esa organización Karla se volvió una lideresa que defendía los derechos de las trabajadoras sexuales, las víctimas del conflicto, los habitantes de la calle y los adictos a las drogas. "Era de las personas que si sentía algo lo decía", recuerda uno de sus amigos. Su liderazgo lo ejercía, sobre todo, en el Parque de las Mercedes, que es un sitio cerca al terminal de transportes donde se paran las prostitutas a esperar clientes. Es también ahí donde pasan en una moto personas de grupos armados a recoger las extorciones. 

El trabajo de Karla no era bien visto por los armados que controlan el negocio de la prostitución y la explotación sexual en Cúcuta. Tampoco lo era la labor de Asotrasnor. Varias directivas de la organización recibieron amenazas. En la alerta Temprana # 26 del 28 de febrero del 2018 de la Defensoría del Pueblo se advierte que Asotrasnor es una de las 16 organizaciones en Norte de Santander que están en riesgo de sufrir ataques violentos.  Muestra de eso es que las organizaciones defensoras de derechos humanos de la población Lgbti en ese departament han tenido que sacar a varias personas hacia ciudades como Bogotá. 

Ese contexto hizo que Karla sentenciara: "a las chicas trans nos están matando y nadie hace nada". Esas palabras la escucharon sus amigas en medio de una reunión. Se refería, por ejemplo, a las fronteras invisibles que existen en Cúcuta para el ejercicio de la prostitución. Una mujer trans no puede pasar de una cuadra a otra para trabajar sin pagarle la extorsión al grupo armado que la controla.

La noche del primero de enero Karla estaba parada en su sitio habitual de trabajo. Llegaron hasta esa cuadra del barrio Latino dos hombres en moto. Uno de ellos sacó un revolver y la mató de dos tiros. Sus amigas sienten que la investigación no avanza.