Temor en Putumayo por reciente asesinato de líder de sustitución de cultivos de uso ilícito

Entre 2017 y 2018, al menos 36 líderes de erradicación voluntaria de coca han sido asesinados en Colombia.

El 9 de agosto del 2018 fue asesinado el líder comunal Alejandro Jacanamejoy en Piñuña Negro, una inspección de Puerto Leguízamo, Putumayo. El líder trabajaba como presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de la vereda La Paz y en los últimos meses había promovido la implementación del acuerdo de paz, específicamente el Programa Nacional de Sustitución de Cultivos Ilícitos.

Las circunstancias que rodearon su muerte son desconocidas. “Es un caso difícil porque nadie dice nada. Yo hice el levantamiento del cadáver, pero no hemos podido investigar nada más allá”, aseguró una inspectora de la región, quien prefiere no decir su nombre por razones de seguridad. “Lo raro es que Piñuña Negro queda a cuatro horas de la zona en la que él vivía”, añadió.

La incertidumbre también embarga a los vecinos del sector. “No sabemos nada, nada. En la comunidad todos estamos asombrados con su muerte, pero no tenemos claro qué fue lo que le pasó”, dijo una lideresa cercana al líder comunal, quien también prefiere no revelar su nombre. Según afirma, los vecinos de la región habían escuchado rumores de que Jacanamejoy había recibido amenazas dos semanas antes de su asesinato, pero él no había denunciado públicamente, ni ante las autoridades.

La lideresa había trabajado con el líder comunal desde hacía más de 30 años. “Para mí, don Alejandro era todo un señor, con todos sus valores. Cuando éramos jóvenes él era un joven ejemplar para los demás. Nunca lo vimos en problemas ni en peleas, ni siquiera le gustaba tomar”, comentó la lideresa. Alejandro Jacanamejoy era reconocido por su trabajo comunitario. Antes de ser presidente de la JAC de La Paz, vereda en la que vivía, Alejandro había estado vinculado a las JAC de Piñuña Negro y Piñuña Blanco.

Otro líder de una asociación campesina del departamento, cuyo nombre no puede ser revelado para proteger su integridad, denunció que en los municipios de Orito y de La Hormiga y en las veredas en las que se está desarrollando la sustitución de cultivos ilícitos, los presidentes de las JAC se han convertido en un objetivo militar. “No sabemos de dónde vienen las amenazas, ni cuál es el interés, pero lo cierto es que ellos están corriendo ese peligro”, aseguró con temor. 

Hace menos de un mes fue asesinado José Oswaldo Tanquez, el presidente de la JAC de la vereda El Remolino, en Orito. El 20 de julio de 2018, cinco impactos de bala acabaron con su vida. Cuatro meses atrás, dos sujetos armados hicieron lo mismo con Ober Larrahonda, presidente de la JAC del barrio Los Alpes, también Orito. De acuerdo con una compilación colaborativa de registros de líderes asesinados que promueve el medio Datascketch, al menos 7 líderes miembros de JAC han sido asesinados en Putumayo desde febrero de 2016.

La situación de riesgo de presidentes de JAC en otros lugares del país también es crítica. Según Andrés Chica, un reconocido líder social de Córdoba, 38 de los 171 presidentes de las JAC del municipio cordobés de Puerto Libertados han renunciado ante las pocas garantías de protección que les brinda el Estado.

Las agresiones contra la población que promueve la sustitución de cultivos de uso ilícito también está por las nubes. Chica es presidente de la Organización de Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana (Coccam). Únicamente, en el primer semestre del año, 16 integrantes de Coccam fueron asesinados.

Por ahora no hay certeza sobre quiénes son los culpables de la muerte de Alejandro Jacanamejoy. Los líderes sociales de la región, en general, están en constante amenaza por los diferentes grupos armados que hacen presencia en la región. “En la zona tenemos a las Fuerzas Militares, a la Policía Nacional, a las disidencias de las Farc y a los narcotraficantes. Es claro que con la implementación del acuerdo de paz tenemos en contra a varios de ellos”, aseguró la lideresa.

En Puerto Asís y en las veredas aledañas en las que hay empresas petroleras activas también ha habido agresiones contra los líderes sociales de la zona. “De nuevo, no sabemos de dónde vienen las amenazas, ni cuáles son los intereses, pero los líderes que no estamos de acuerdo con esas exploraciones ni con las explotación estamos siendo señalados”, explicó el líder de la asociación campesina. “Nosotros tratamos de no hablar mucho de esos temas porque ahorita no sabemos quién es nuestro enemigo”, añadió.

En La Paz en el Terreno, plataforma periodística que documenta el proceso de reincorporación de los excombatientes de las Farc y las agresiones contra los líderes sociales, yacen seis perfiles de promotores de sustitución de cultivos ilícitos que han sido asesinados tras la firma del acuerdo de paz, disponibles aquí.

Lo último