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Denunció y recibió protección
Bernardo ,
Cuero Bravo
† 06.06.2017

Bernardo Cuero fue un líder social afro oriundo de Tumaco, Nariño. Salió de su tierra desplazado por paramilitares en el 2000 y se estableció en Malabo, Atlántico. Fue miembro Mesa de Víctimas del Atlántico y fiscal nacional de la Asociación de Afrocolombianos Desplazados, Afrodesc. Solicitó protección del Estado y la recibió hasta 2016 cuando la Unidad Nacional de Protección concluyó que su nivel de riesgo era "ordinario". A Cuero lo mataron el 7 de junio de 2017.

Tipo de liderazgo:
Derechos Humanos

Tipo de comunidad:
Comunidad afrodescendiente

Organización a la que pertenecía:
Afrodesc

Fase de la investigación:
Juicio
Malambo, Atlántico

Bernardo Cuero fue un líder social afrodescendiente oriundo de Tumaco, Nariño, nacido en 1955. En la década de los 90 fue militante de izquierda: secretario de la Unión Patriótica y del Partido Comunista de Tumaco pero abandonó el cargo temiendo ser perseguido y correr la misma suerte que tantos otros compañeros. Trabajó en la Alcaldía de Tumaco y  fue director del Movimiento Comunal Comunitario de la Asociación de Juntas Comunales de la Comuna 4 de Tumaco. En el 2000, Cuero ganó las elecciones para ser concejal, pero nunca ejerció porque paramilitares del Bloque Central Bolívar intentaron matarlo.

Para esa fecha, el líder social salió desplazado de su tierra y finalmente se estableció en Malambo, Atlántico, un municipio a 40 minutos en carro de Barranquillla. Allí emprendió nuevamente un liderazgo.

Se convirtió en miembro de la Mesa de Víctimas del Atlántico y fiscal nacional de la Asociación de Afrocolombianos Desplazados, Afrodes, una asociación que se caracterizó por su intervención en favor de las víctimas en los acuerdos de paz entre el Gobierno Nacional y las Farc. Cuero promovió talleres de capacitación sobre reparación a víctimas y fue presidente de la Junta de Acción comunal del barrio Villa Esperanza. En ese cargo se propuso sacar a jóvenes de la delincuencia y alejarlos de las redes de microtráfico de la zona.

“Los microtraficantes empezaron a decir que yo, con mi trabajo, estaba haciendo que bajaran las ventas, y que ya no hubiera jóvenes vendedores ni consumidores”, le dijo Cuero al portal colombiano ¡Pacifista!

En 2013 Cuero le notificó a la Unidad Nacional de Protección, UNP, sobre múltiples amenazas en su contra en forma de llamadas telefónicas a él y a su familia, diciéndole que se fuera del municipio y abandonara su liderazgo con las víctimas. Como medida preventiva mientras estudiaban su caso, la UNP le proporcionó un celular y un chaleco antibalas. Sin embargo la persecución continuó: el 6 de junio 2016 un sicario llegó a la casa de Cuero e intentó dispararle pero el arma no le funcionó.

Dos meses más tarde, la institución le retiró a Bernardo tanto el chaleco como el celular, pues concluyeron que su nivel de riesgo era ordinario y que en realidad se trataba de un caso de conflicto entre vecinos. Otras entidades como Afrodesc y la Defensoría del Pueblo continuaron señalando que la vida Cuero estaba en riesgo debido a su liderazgo social; incluso él mismo lo había dicho un año atrás en un evento con la participación de la Mesa de Víctimas del Atlántico “A mí me tienen amenazado, me van a matar”.

15 días antes de su muerte, Bernardo le solicitó a la Unidad de Víctimas del Atlántico una guía para que pudieran reubicarlo fuera del pueblo. El director de esta entidad del dijo al medio colombiano, La Silla Vacía, que el líder afro aún no tenía clara la decisión de irse de la zona. Ese mismo portal documentó que Cuero dijo durante una sesión de la Mesa departamental de Víctimas del Atlántico que quería marcharse pero que no lo hacía porque sólo tenía 200 mil pesos para el arriendo.

Dos días después de su muerte, la Gobernación de ese departamento ofreció una recompensa de 13 millones de pesos a quienes entregaran información para esclarecer el asesinato. Lo que ha podido esclarecer la fiscalía: El 7 de junio de 2017, dos hombres llegaron en una moto a la casa de Bernardo Cuero, en el barrio Villa Esperanza, en el municipio de Malambo, Atlántico. El líder observaba un partido de fútbol por televisión cuando uno de los hombres le preguntó si había apartamentos en arriendo en la zona. Cuando Cuero salió a atenderlos uno de ellos sacó un arma y le disparó siete veces en presencia de su esposa y su cuñado.

Diez días luego de su muerte, un juez de control de garantías le dictó medida de aseguramiento al Victor Carlos Meriño Pereira, principal sospechoso por el asesinato de Bernardo Cuero. Meriño encaja con la descripción que habían hecho la esposa y el cuñado de Cuero y cuando les presentaron imágenes de los sospechosos, ambos lo señalaron como el responsable material del crimen. La Policía y la Fiscalía afirman que las cámaras de seguridad del sector muestran a Meriño, el día del asesinato, recorriendo la zona en una moto y deteniéndose múltiples veces presuntamente preguntando por la dirección de la casa del líder.

La investigación también arrojó la posibilidad de que Meriño pertenezca a una banda delincuencial conocida como ‘los Papalópez’. La justicia aún no ha esclarecido el autor intelectual de este crimen.

 


He worked at the Alcadia of Tumaco and was the director of the Communal and Community Movement of the Communal Council Association of the Commune 4 in Tomaco. He won the cantonal elections in 2000, however, he never could hold office because paramilitaries from the Bolivar Central Block attempted to murder him.

Bernard Cuero was a social leader from African descent and originally from Tumaco, Nariño, born in 1955. He was a leftist activist in the 90’s and the secretary of the Patriotic Union and of the Communist Party of Tumaco, but he resigned his office by fear of being prosecuted and of facing the same fate as many of his colleagues.

At that time, the social leader was compelled to leave his homeland and set up in Malambo, Atlántico, which is a commune located at a 40 minutes ride from Baranquilla. Once there, he tried to exercise another leadership. He then became a member of the Office of the Victims of Atlántico and the prosecutor of the Displaced Afro Colombians Association which goal was to provide support to the victims as part of the peace agreements signed between the National Government and the Farcs. Cuero was promoting training seminars dealing with the reparation towards the victims. He was also the president of the Communal Action Council of the Villa Esperanza district.

Cuero said to the Colombian portal ¡Pacifista!: “The drug dealers started saying that my work was decreasing their sales and that there were no more young people among dealers and consumers”

In 2013 Cuero informed the National Unit of Protection, (UNP), of the numerous threats which he and his family were victims over phone calls where he was demanded to leave the village et to give up his work with the victims. By prevention, and as they were studying his request, the UNP provided him a phone and a bulletproof vest.

However, the persecution did not come to an end: on the 6th of June 2016, a hit man went to his house and tried to eliminate him, but his weapon did not work properly.

Two months later, the institution took the vest and phone back from Bernardo, since they considered the risks he was incurring were “ordinary” and said this brief was nothing else than a neighbour conflict. Other entities such as Afrodesc and the People Defence never stopped to point out that Cuero’s life was in danger due to his social charges: he said it himself a year before his death during an event run with the Atlantico Victims Association where he said: “They are threating me, they will kill me”.

15 days before he died, Bernard asked the Atlantico Victims Unit to provide him with a guide that could help him to set up out of the village. This entity director said to the Colombian media La Silla Vicia that the Afro leader did not express clearly enough his will to leave the area. This portal also documented what Cuero said in a session of the Departmental Office of the Victims, where he confirmed he wanted to leave but could not due to a lack of resources, since he had only 200 000 pesos for the rent.

Two days after he died, the Government offered 13 million pesos to whoever could provide information about the murderer. Here is what could help the public Prosecutor’s office: on the 7th of June 2017, two men on motorcycle arrived at Bernard Cuervo’s house in the Villa Esperanza district of the municipality of Malambo, Atlantico. The leader was watching a football match on the T.V and one of the two men asked him if there were apartments for rent in the surroundings. When Cuero went out to welcome them, one of them took his weapon out and shot him seven times in front of his wife and son.

10 days after he died, a visiting magistrate ordered restrictions measures to Victor Carlos Meriño Pereira, the main suspect in the murder of Bernardo Cuerdo. Meriño perfectly fitted with the description Cuero’s wife and his son had made and when the suspect’s images were presented to them, they immediately confirmed he was the murderer. The Police and the public’s prosecutor office said security cameras of that day showed Meriño riding his motorcycle in the area and stopping frequently, probably to ask for Cuero’s house address.

The investigation also says Meriño might have been part of an offenders’ band known under the name of the “Papalópez”. However, the Justice has not found out yet who was the mastermind behind this crime.