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No hubo amenaza previa
Luis Fernando,
Gil Luján
† 10.28.2017

Hacía parte del Movimiento Tierra en Resistencia, colectivo de jóvenes que trabajan proyectos en el territorio. Según familiares, no había recibido ningún tipo de amenazas. El Subsecretario de Derechos Humanos de Medellín, Carlos Arcila, afirmó que en el sector existen conflictos entre actores armados y bandas delincuenciales.

Tipo de liderazgo:
Derechos Humanos

Tipo de comunidad:
Comunidad urbana

Organización a la que pertenecía:
Movimiento Tierra en Resistencia (MTR)

Fase de la investigación:
Indagación
Medellín, Antioquia

Luis Fernando Gil Luján era un jóven de 26 años que hacía parte del Movimiento Tierra en Resistencia (MTR), de la comuna 5 (Castilla) de Medellín. Además era delegado del MTR para la Mesa de Convivencia y Derechos Humanos de dicha comuna. Participaba en proyectos relacionados con la construcción de paz, con enfoque en la infancia y la juventud.

El MTR es resultado de una transición que hizo el movimiento juvenil de Castilla en el año 2015. Al comienzo, promovían la movilización social desde iniciativas artísticas, pero con el tiempo empezaron a apoyar procesos de emprendimiento juvenil, a través del préstamo de materiales, equipos y espacios para el desarrollo de los mismos.

Según Stiven Usme, integrante del MTR y amigo, Luis se había vinculado al proceso hacía cuatro años, cuando el movimiento arrendó una casa, en un sector que era frontera entre dos organizaciones de delincuencia común, o ‘combos’ como se les llama comunmente. Gil era parte de uno de estos ‘combos’ y se encargó de proteger la casa y de evitar que les cobraran extorsiones.

Por su conocimiento del conflicto urbano y por haber sido víctima del mismo, Gil se convirtió en una especie de asesor en estos temas para el MTR, luego fue representante del movimiento en la Mesa de Derechos Humanos de la comuna. Su compañero Stiven Usme, cree recordar que Gil tenía un sueño: “convertirse en pastor y crear una fundación que se llamara Corazón Alegre”.

El 29 de octubre del 2017, Luis Fernando estaba en una calle de su barrio Castilla cuando desde una camioneta, dos sicarios le dispararon. Luego, lo llevaron al hospital La María donde finalmente murió. Tanto para Usme como para la familia de Gil, su asesinato sigue siendo un misterio ya que, si bien en Castilla circulan actores armados, no se tenía conocimiento de ninguna amenaza en su contra.

Según el Plan de Desarrollo 2016-2019 de la Alcaldía de Medellín, la violencia homicida en Medellín se ha relacionado en gran medida con el crimen organizado, el cual ha pretendido ejercer un control social y territorial a través de rentas por el tráfico de estupefacientes, la extorsión y la trata de personas. Esto ocurre principalmente en las comunas periféricas en donde existe poca presencia estatal. Castilla, se encuentra dentro de las comunas con mayores tasas de homicidio y de extorsión de Medellín.

El caso de Luis Fernando Gil se encuentra en la Fiscalía en fase de indagación (la primera fase del proceso), es decir, que se encuentran obteniendo las pruebas y evidencias físicas sobre lo ocurrido.