Las comunidades del Alto, Medio y Bajo Baudó se han visto afectadas por amenazas, asesinatos, desplazamientos y confinamientos por parte de los actores armados ilegales que hacen presencia y tienen control territorial en la subregión. Los liderazgos LGBTI+ son muy reducidos debido a la discriminación, violencia y presión que primero reciben por parte de sus comunidades.
El liderazgo de las mujeres también es reducido por la poca participación que se les brinda en espacios públicos. "Anteriormente, nosotras las mujeres no podíamos. Gracias a la escuela y a la red departamental de mujeres, nos capacitan mucho. Estos espacios nos los hemos ido ganando, inclusive nos ha tocado hasta dejar hasta nuestros maridos", manifiesta una lideresa. La herencia machista en el Baudó y en general en todo el departamento del Chocó, "prohíbe que las mujeres salgan a trabajar a no ser que sea en el campo. Aún tenemos que hacer mucha incidencia porque aún hay muchas mujeres dependientes, eso hace que suframos mucha discriminación y agresiones", agrega. Según los datos de violencia y delitos sexuales de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía, entre el 2016 y abril de 2021 se denunciaron 24 casos en Baudó, de los cuales, 14 se concentran en el municipio de Bajo Baudó.
Desde el 2017 al 2021, varias organizaciones de derechos humanos registraron nueve asesinatos y tres casos de atentados a líderes y lideresas de los municipios del Alto, Medio y Bajo Baudó. La mayoría de los casos fueron perpetrados en el Alto Baudó, municipio que está bajo el control de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).
"Para nosotros en la región del Baudó no ha habido Acuerdo de Paz, no ha habido cese al fuego, no ha habido nada que tenga que ver con el Acuerdo de Paz que se firmó en La Habana. Toda vez que los actores que hacen presencia hoy son los mismos que hacían presencia antes. Para nosotros no ha existido Acuerdo. Después de la Firma del Acuerdo de Paz acá en Baudó, la presencia de actores armados aumentó, el problema se agudizó", comentaron los liderazgos.
Los líderes y lideresas alertan que en el Baudó se han presentado casos en que los actores armados ilegales se infiltran en las reuniones de los Consejos Comunitarios para vigilar las acciones y decisiones que se toman. La presión por amenazas y asesinatos a los liderazgos ha llegado a ser tan alta que los presidentes de los Consejos Comunitarios se han visto obligados a sacar a sus hijos de las comunidades para evitar que sean agredidos por represalias.
La presencia de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) es en todos los municipios del Baudó y se da bajo la figura de ‘campaneros’, personas que "imponen e intentan solucionar lo que no solucionan los mandos militares, ejerciendo su control a pesar de la presencia estatal", relatan los liderazgos. Sin embargo, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) es el grupo armado ilegal que ha hecho presencia en el territorio históricamente, principalmente en el Alto Baudó debido a la conexión que permite con la subregión del Atrato y la Costa Pacífica. "No hay tregua entre AGC y ELN", comentan los liderazgos, así como que la presencia armada del Estado “ya no se encuentra”. En Alto y Medio Baudó desarrolla operaciones militares la Fuerza de Tarea Conjunta Titán bajo disposición de la Séptima División del Ejército Nacional.
"El Ejército considera que los liderazgos somos el enemigo interno. Hemos recibido estigmatización por parte de las instituciones del Estado que ven los liderazgos como 'guerrilleros' porque nos hemos visto obligados a mantener comunicación con los actores armados ilegales", alertan los líderes y lideresas del Baudó.
La población manifiesta desconfianza hacia la fuerza pública por la posible connivencia de militares o policías con grupos armados ilegales, y los riesgos que esto puede generar al momento de realizar denuncias. Representantes de la fuerza pública no manifestaron que su accionar configure factores de riesgo para el liderazgo social en la región.
"La cuenca del río Baudó está conformada por los municipios de Alto Baudó, Medio Baudó y Bajo Baudó, municipios que, junto con los situados a orillas del Pacífico en las estribaciones de la Serranía del Baudó, Juradó, Bahía Solano y Nuquí, conforman otro territorio en disputa entre el ELN y el Clan del Golfo. Los intereses en disputa van desde las rutas del narcotráfico en el Pacífico, pasando por el control de la industria maderera ilegal, hasta el tráfico de personas a través de la frontera con Panamá. Es el territorio en donde el conflicto entre estas dos fuerzas ilegales es más contundente; el dominio del territorio no está consolidado por ninguno de los dos grupos armados", según el Boletín #06 de la organización La Paz Querida, publicado el 5 de mayo de 2021.
Hay una ruta del microtráfico que nace desde Quibdó, pasa por Istmina y llega a Puerto Meluk (Medio Baudó), por lo que atraviesa todo el Baudó. El río Baudó facilita la conexión con Pizarro (Bajo Baudó) y por allí, se mueve el tráfico de la hoja y la pasta de coca. Del Alto Baudó, llegan por caminos a Misará, bajan a Pizarro y en este punto, la conexión con el Océano Pacífico es directa. Desde allí, sale del país.
Los liderazgos de la subregión del Baudó alertan presencia de cultivos de coca en todos los municipios y que la fumigación, por parte del Ejército, "dañó el pancoger, afectaron las fuentes de agua que son base del consumo y uso porque el río es una fuente de vida, ahí está nuestra subsistencia y la gente tuvo diarrea, brotes de piel y hasta cicatrices nos dejó". La Fuerza de Tarea Conjunta ha desarrollado procesos de erradicación de cultivos de uso ilícito en los municipios del Alto y Bajo Baudó.
En la subregión del Baudó en 2019 se registraron cerca de 97 hectáreas de cultivos de hoja de coca, según el dato más actualizado del Observatorio de Drogas de Colombia (ODC). El municipio que encabeza la lista es Alto Baudó con 38,75 ha, seguido de Medio Baudó con 36,61 ha y Bajo Baudó con 21,53 ha. En el año 2019, los cultivos de uso ilícito del Baudó representaban el 39% de todo el departamento. Sin embargo, para la Dirección de Sustitución de Cultivos Ilícitos de la Agencia de Renovación del Territorio, "la densidad de cultivos de uso ilícito y de población en el departamento de Chocó, con respecto a otros departamentos y subregiones es bajo", por lo que la implementación del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS) no está priorizada en el departamento.
Los líderes y lideresas afirman que "en el Baudó, gracias a Dios, puede ser una fortaleza o debilidad pero el oro no ha generado dinámicas del conflicto. Estas empresas que aparecen con títulos a espaldas de la comunidad, todavía no han llegado. Tenemos una vocación más agrícola pero el tema de los cultivos de uso ilícito es más propicio que el oro".
Sin embargo, las empresas como factor de riesgo para los liderazgos y las comunidades se evidencia en un sentido más amplio con la presencia de Parques Nacionales Naturales que, según ellos y ellas, "es una ‘empresa’ del gobierno que nos quitó la tierra porque el gobierno está guardando la minería de esos parques para luego dárselas a multinacionales extranjeras". La construcción del Puerto de Tribugá también es un elemento de preocupación, específicamente, por las vías que lo conectarían desde Baudó. "No hay consulta previa para las vías, el problema es la consulta previa, se ha intentado iniciar las obras en Nuquí pero no han hecho la consulta y sin eso, estamos mal". La Paz en el Terreno le envió un cuestionario a la Sociedad Portuaria Arquímedes, empresa que promueve la construcción del Puerto, para conocer su perspectiva frente a los señalamientos de la comunidad sobre la no realización de la consulta previa, pero al cierre de la edición no se recibió respuesta.
Los conflictos territoriales en Baudó no solo están relacionados con los procesos de restitución de tierras sino también con la deforestación y la venta ilegal de tierras. La Ley 70 de 1993 es la que rige el uso de tierra por parte de las comunidades afrodescendientes y bajo la titularidad colectiva, ningún predio será "inalienable, imprescriptible e inembargable". Los liderazgos expresan que hay "gente invasora con ganas de hacer compras fraudulentas de tierra a los campesinos. El Consejo Comunitario actualmente está trabajando un tema de conservación y estas personas están haciendo ganadería extensiva, están deforestando pero ampliamente", expresan los liderazgos. Sin embargo, la Corporación Autónoma Regional para el Desarrollo del Chocó (CODECHOCÓ) manifiesta no tener conocimiento al respecto.
Según la base de datos de la Unidad de Restitución de Tierras, en la subregión del Baudó se registran 57 solicitudes de restitución, de las cuales, 25 se concentran en el municipio de Medio Baudó. En el Alto se registran 17 solicitudes y en el Bajo Baudó 15.