Norte

En la subregión del Norte antioqueño, los liderazgos ambientales, de Juntas de Acción Comunal y defensores del proceso de paz están siendo intimidados por los diferentes actores que hacen presencia en el territorio, exponen la Corporación Jurídica Libertad y la Fundación Sumapaz en su informe ¡Paz, ni en el horizonte! Crisis humanitaria, liderazgos en riesgo e incumplimiento del Acuerdo de Paz en Antioquia.

Según la Alerta Temprana 004-2020 de la Defensoría del Pueblo, existe un fuerte riesgo para 'los líderes sociales, presidentes de las Juntas de Acción Comunal (JAC) e integrantes de las comunidades con algún cargo en estas, al ser señalados por los grupos armados ilegales como informantes, simpatizantes o colaboradores del grupo armado ilegal contendor'. Ante esta situación, los liderazgos expresan que 'nadie quiere presidir una Junta de Acción Comunal porque dirán que hago parte de otro grupo'.

En el municipio de Ituango se concentran la mayoría de los casos de agresiones a los liderazgos sociales con un total de 11 asesinatos y cinco amenazas, según el cruce entre los registros de la Defensoría del Pueblo y diferentes organizaciones de derechos humanos como Somos Defensores e Indepaz. En segundo lugar, se encuentra el municipio de Valdivia con 6 casos de asesinatos a líderes y lideresas, de los cuales cuatro son integrantes del Movimiento Ríos Vivos, asociación conformada por 15 organizaciones de las subregiones del Occidente, Norte y Bajo Cauca antioqueño que denuncia y se opone a las labores y afectaciones sociales y ambientales de megaproyectos construidos en el río Cauca. Para el Movimiento Ríos Vivos, el liderazgo en esta subregión es fuerte y a pesar de los asesinatos y agresiones, las organizaciones resisten.

Los liderazgos de la subregión del Norte antioqueño alertan que la Fuerza Pública ha asumido un papel de omisión que muchas veces es leído como una posible connivencia con los grupos armados ilegales. 'Uno no ve la persecución constante, que los busquen (a los actores ilegales). Cuando uno ve al Ejército, ve que pasan los otros ilegales, entonces ¿qué pasa ahí?', señalan.

Al cierre de esta edición, la Policía no respondió a un cuestionario enviado por La Paz en el Terreno en el que se consultó la postura de la institución frente a estos señalamientos, pero en una respuesta previa, en cuanto a las garantías en su accionar en relación a la protección de los liderazgos, se limitó a resaltar las acciones que llevan a cabo para su protección, como la Estrategia de Protección a Poblaciones en situación de Vulnerabilidad y el despliegue de 3.899 acciones preventivas en Antioquia desde 2016 (ver respuesta completa). El Ejército, por su parte, no dio respuesta.

La IV Brigada del Ejército hace presencia en el territorio. Uno de sus batallones se encuentra ubicado en la zona conocida como ‘El Cedro’ de Yarumal, en límites con el municipio de Campamento. Esta brigada es conocida como 'la más efectiva' en ejecuciones extrajudiciales durante el Plan Colombia y la política de Seguridad Democrática (desde 2002). En octubre de 2020, varias organizaciones de derechos humanos entregaron a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) el informe La brigada 'más efectiva': crímenes de la Cuarta Brigada bajo la seguridad democrática y el Plan Colombia (2002-2003), según relata El Espectador.

En la subregión del Norte antioqueño, el dominio territorial lo tendrían, principalmente, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC). Las llamadas disidencias de las FARC del Frente 18 y 36, Los Caparros y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se ubicarían al costado oriental de la subregión, en límites con el Bajo Cauca antioqueño. En los municipios de Ituango, Entrerríos y San Pedro de los Milagros hace presencia el grupo delincuencial conocido como los ‘Pachelly’.

'La presencia de todos los grupos ilegales genera miedo y eso se manifiesta en el silencio de nosotros los líderes, de blindarnos al callar. Da miedo moverse hacia las veredas, pedir permiso y que sean ellos quienes deciden cuándo podemos salir del territorio', alertan los liderazgos de las subregión. La Alerta 004-2020 de la Defensoría del Pueblo señala que los grupos armados ilegales que allí hacen presencia son un factor de riesgo para la población y los liderazgos sociales por las acciones desplazamiento forzado, reclutamiento forzado y la 'utilización de métodos y medios para generar terror e intimidación en la población civil'. Según el registro de la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES), en 2019 el municipio de Ituango tuvo 7.093 víctimas de desplazamiento forzado, lo que corresponde al 87% de las víctimas de este tipo de crimen en todo el departamento de Antioquia en ese año.

Según el Observatorio de Drogas de Colombia, a 2019 la subregión del Norte antioqueño tenía 3,430 hectáreas de cultivos de coca. De los 17 municipios que componen esta subregión, los cultivos se concentran en cinco municipios: Valdivia con el 68%, Ituango con el 21%, Campamento con el 5%, Briceño con el 2.6% y Yarumal con el 2%. Para los líderes y lideresas de la subregión, la alta presencia de cultivos en Valdivia, Ituango y Campamento está relacionada con la conexión que tienen con Tarazá, municipio en el que se concentra el 44% de cultivos de coca de la subregión del Bajo Cauca, la subregión de mayor concentración cocalera en el departamento.

La Corporación Jurídica Libertad y la Fundación Sumapaz alertan que el número de cultivos de uso ilícito en la subregión del Norte antioqueño puede aumentar debido al 'incumplimiento generalizado del gobierno nacional hacia el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos Ilícitos (PNIS)'. La Alerta Temprana 004-2020 de la Defensoría del Pueblo resalta que la población vinculada al Programa de Sustitución ha sido blanco de presiones y amenazas por parte de los grupos armados ilegales para que limiten su participación en el proceso. Sumado a esto, la Defensoría alerta que otro factor de riesgo para los líderes vinculados al PNIS es 'el limitado avance en la implementación de lo acordado en este tema; las medidas de seguridad para líderes sociales, que han mostrado ser insuficientes para garantizar de manera efectiva su derecho a la vida, y la convergencia en el territorio de propuestas de gobierno asociadas con la erradicación manual por parte de la Fuerza Pública y la aspersión de glifosato mediante el uso de nuevas tecnologías'.

Los líderes y lideresas de la subregión identificaron dos rutas de narcotráfico. La primera saldría desde Ituango, por el Nudo del Paramillo, y conectaría con el Chocó y la zona Pacífico. La segunda estaría en la frontera entre Valdivia y Campamento, y a su vez, llegaría hasta la subregión del Bajo Cauca. Esta ruta conectaría con el sur de Bolívar, los Santanderes y el Caribe colombiano.

'La reserva natural del Nudo del Paramillo se ha convertido en un corredor estratégico para la comercialización de droga, conectando con el suroriente de Córdoba y el Urabá Antioqueño', expone el informe ¡Paz, ni en el horizonte! Crisis humanitaria, liderazgos en riesgo e incumplimiento del Acuerdo de Paz en Antioquia, de la Corporación Jurídica Libertad en alianza con la Fundación Sumapaz.

Durante el ejercicio de mapeo, los líderes y lideresas no manifestaron conflictos basados en microtráfico ni fueron identificados como factor de riesgo para su labor social en el territorio.

La subregión del Norte antioqueño, principalmente los municipios de Ituango y Briceño, cuenta con una riqueza hídrica gracias a la presencia de los ríos Cauca, el Espíritu Santo, Ituango y el Pescador. Esto ha generado que los proyectos de energía se hayan posicionado en la subregión como 'uno de los principales renglones de la economía, por lo que este lugar se ha convertido en un blanco de gran relevancia para los intereses de diferentes empresas, multinacionales y la élite política y económica de la región y el país', exponen la Corporación Jurídica Libertad y la Fundación Sumapaz sobre la subregión del Norte antioqueño en su informe ¡Paz, ni en el horizonte! Crisis humanitaria, liderazgos en riesgo e incumplimiento del Acuerdo de Paz en Antioquia.

En la subregión hacen presencia los siguientes megaproyectos: La central hidroeléctrica San Andrés ubicada en San Andrés de Cuerquia y con actividades en el municipio de Donmatías, y el proyecto hidroeléctrico Ituango (Hidroituango) y la central hidroeléctrica Espíritu Santo, ubicadas en límites entre Ituango y Briceño.

La ubicación estratégica de la subregión y las particularidades geográficas (zona boscosa y conexión con el departamento de Córdoba) la convierte en un punto de interés para grupos armados ilegales. Estos últimos buscan expansión y control de economías ilícitas en el territorio, resalta la Alerta Temprana 004-2020 de la Defensoría del Pueblo.

'No hay reconocimiento del liderazgo de tierras, no hay ánimo ni garantía de reclamarlas', alertan los liderazgos de la subregión del Norte antioqueño. En el municipio de Ituango se había instalado una oficina de la Agencia Nacional de Tierras, mencionan los líderes y lideresas, pero habría sido cerrada por problemas de seguridad.

Según una base de datos de la Unidad de Restitución de Tierras (URT), la subregión del Norte antioqueño tiene 821 solicitudes de restitución. En Ituango se concentran el 37%, en Valdivia el 14% y en Briceño el 10.7% de las solicitudes. El municipio de Entrerríos es el único, de los 17 que componen la subregión, que no tiene registro en la base de datos de la URT.