Wilson Quetama, de 33 años de edad, era uno de los fundadores de la Asociación para la Reparación Colectiva de Víctimas en San José del Palmar, Asovicopal, donde trabajaba desde el 14 de febrero de 2017. El objetivo de esta organización es fomentar el empleo en las víctimas del conflicto armado de la región para generar sus propios ingresos y seguridad alimentaria. Hasta la fecha de su muerte contaban con 34 familias inscritas.

Según relata Carolina Talaga, presidenta de la Asociación, Quetama Hurtado se encargaba de “brindar asesorías. De hecho, era él quien iba a ser el vicepresidente. También gestionaba los refrigerios y donaba mercados”.

Los hechos ocurrieron el 8 de abril cuando varios miembros de la comunidad fueron citados a una reunión en el barrio San Francisco, en el corregimiento La Italia para discutir sus necesidades. Según testigos, cuatro hombres llegaron al sitio y le dispararon en varias ocasiones. El líder social resultó gravemente herido y murió en el lugar del ataque.

“No hubo aviso de nada, todo fue muy repentino. Ahora todo el mundo está buscando una respuesta porque no se sabe qué fue lo que pasó”, afirma Talaga, quien dice también que varios de los proyectos de la Asociación que lideraba Quetama, quedaron en vilo.

Se desconocen los motivos reales del asesinato del líder social. Sin embargo, es importante resaltar que la comunidad campesina de San José del Palmar, Chocó, aún continúa en medio de la confrontación armada, debido a los intereses sobre el control de los cultivos de uso ilícito por parte de actores armados como el ELN.