El líder afrodescendiente fue asesinado en las selvas del Pacífico caucano, en la vereda La Soledad del municipio de Guapi cuando salía de una reunión comunitaria junto a su colega, Jhonatan Cundumí. Grueso Obregón había denunciado amenazas de muerte luego de liderar en la región el Paro Nacional del Pacífico en 2013. Las protestas de estas comunidades siempre han sido para obligar a las instituciones del Estado a cumplir con las necesidades básicas insatisfechas. 

Eso ya lo había marcado como líder y por eso había solicitado seguridad ante la Unidad Nacional de Protección (UNP), aunque lo que recibió fue un teléfono celular que no opera en la zona ante la ausencia de señal. Grueso trabajaba con las comunidades asentadas en las márgenes derecha e izquierda de los ríos Napi y Guapi. También estaba liderando la campaña política de la entonces candidata, Aida Avella, quien ganó una curul en el Senado de la República por el movimiento Decentes. 

Según cuenta uno de los líderes de la zona, él vio cuando se llevaron a Grueso y a su amigo Cundumí. Los defensores de derechos humanos salían de una reunión en la que socializaron e impulsaron el Programa Nacional de Cultivos de Uso Ilícito (Pnis). Antes de partir hacia la cabecera municipal de Guapi, fueron retenidos por hombres que lucían uniformes de militares. 

La hipótesis de varios líderes que presenciaron el momento en que los armados se llevaron a los representantes afros, es que Grueso habría protestado por la restricción de movilidad por el río Napi, a raíz del paro armado que había decretado la insurgencia del Eln entre el 10 y el 13 de febrero de 2018. “La Soledad es una vereda que está muy apartada de la zona urbana. Son cinco horas vía fluvial para llegar al casco urbano de Guapi y normalmente la comunidad afrodescendiente y campesina, sale a mercar los fines de semana”, contó uno de los líderes amigos de los asesinados.

Grueso recibió diez impactos de fusil y era el líder territorial de la Coordinadora Nacional de Cultivadores de Coca, Amapola y Marihuana (Coccam). En la ficha de investigaciones de asesinatos contra líderes sociales, la Fiscalía y el Cuerpo Élite de la Policía calificaron a las dos víctimas como promotores comunitarios de paz.