Desde que Aulio Isarama Forastero terminó el bachillerato en el colegio Mario Chamorro del Alto Baudó (Chocó) se dedicó a la docencia. Empezó en la comunidad de Cañado, luego fue a la Dotaré y, finalmente, en Docasino. Todas son comunidades embera chocoanas.

En todas las comunidades fue líder. Incluso en todas los eligieron como gobernador. En Docasina, adonde había retornado en el 2016 (hacía nacido en esa comunidad), alternaba la docencia con la gobernación de manera relativamente tranquila. Sin embargo, en la comunidad había presencia del Eln.

El 24 de octubre frente Cimarrón, de esa guerrilla, citó a una reunión a la comunidad. Como cualquier otra reunión convocada por armados, la asistencia era obligatoria. En un momento Isarama tomó la palabra y dijo que no estaba de acuerdo con que la guerrilla hiciera presencia en centros poblados ni en el territorio del resguardo porque eso ponía en riesgo a la población civil. También les exigió a los insurgentes que no se llevaran más jóvenes indígenas para la guerra.

Los guerrilleros dieron por terminada la reunión y sacaron del recinto a Isarama y a otra persona de la comunidad que también había expresado su rechazo al accionar del Eln. Les dijeron que por ese día los “perdonaban”, pero que tenían que salir del resguardo.

Esa misma noche los insurgentes retuvieron a Jhon Eriberto Isarama Forastero (no era hermano de Aulio), quien había desertado de la guerrilla. Tiempo después, integrantes del grupo armado llegaron hasta la casa de Eriberto y le dijeron a su familia que lo habían asesinado. Los familiares todavía no saben dónde está el cuerpo.

Al otro día, el 25 de octubre, Aulio le dijo a uno de sus amigos que los elenos lo habían amenazado porque “les había dicho sus verdades”. Su amigo le recomendó que saliera del territorio, pero Aulio le dijo que no podía por sus responsabilidades como gobernador y como docente.

El 26 de octubre a las cinco de la tarde llegaron cuatro hombres armados hasta la casa de Aulio. Uno iba encapuchado. Le dijeron que el comandante lo necesitaba para dialogar. Aulio le dijo a su esposa que por favor le alcanzara la linterna y él salió con los cuatro hombres. Al poco tiempo la comunidad escuchó tres disparos. Mataron al gobernador.

El drama para los familiares y los seres queridos empeoró por una exigencia que hicieron los armados, dijeron que lo tenían que enterrar en la misma comunidad. Nadie se podía enterar del asesinato, dijeron. La familia desobedeció a los guerrilleros y llevaron el cuerpo de Aulio hasta el corregimiento de Catrú, en el mismo municipio.

Fueron más lejos. El 27 de octubre lo llevaron hasta Puerto Melú. En ese momento se hizo público el asesinato del gobernador indígena.  Por la osadía de desobedecer a los violentos los familiares de Aulio no pudieron volver a Docasino.

El Frente de Guerra Occidental del Eln emitió un comunicado el 30 de octubre en el cual afirma que Aulio “tenía relación con la inteligencia militar” y aseguraron que el asesinato se dio luego de que el líder se negó a caminar “y se abalanzó sobre uno de nuestros guerrilleros, con el trágico desenlace conocido”. Acto seguido expresaron: “lamentamos profundamente el hecho y pedimos perdón por este doloroso caso a sus familiares y allegados y comprendemos sus palabras de dolor por lo ocurrido”. Sin embargo, los familiares siguen desplazado y atemorizados de volver al lugar donde Aulio quedó tendido.