223
Denunció y recibió protección
José Jair,
Cortés Godoy
† 10.16.2017

Jair Cortés era representante de la zona cuatro del Consejo Comunitario Alto Mira y Frontera, en Tumaco. El líder afro impulsaba la sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito entre su comunidad. . El día de su asesinato Jair, que se había desplazado un mes antes al casco urbano del municipio, se encontraba en la vereda Restrepo visitando a su esposa que estaba enferma.

Tipo de liderazgo:
Sustitución de cultivos de uso ilícito

Tipo de comunidad:
Comunidad afrodescendiente

Organización a la que pertenecía:
Consejo Comunitario Alto Mira y Frontera

Fase de la investigación:
Indagación con orden de captura
Tumaco, Nariño

A finales de septiembre e inicios de octubre del 2017 Tumaco vivió tiempos de terror. En los últimos días de septiembre la junta en pleno (15 personas) del Consejo Comunitario Alto Mira y Frontera tuvieron que desplazarse hacia el casco urbano del municipio. Entre los desplazados se encontraba Jair Cortés, quien era líder de la zona cuatro de ese territorio colectivo.

Las amenazas contra la seguridad de los líderes de ese territorio no les permitieron seguir viviendo en la zona rural del municipio. Las intimidaciones llegaron después de que la organización afro decidiera impulsar el proceso de sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito. La última medición de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito indica que en ese municipio hay unas 23.148 hectáreas de coca.

Días después del desplazamiento, se dio la masacre de El Tandil  El cinco de octubre ocho campesinos que protestaban contra la erradicación forzada fueron asesinados. Los testigos de esa matanza aseguran que los policías antinarcóticos les dispararon. Tras ese hecho, el consejo comunitario Alto Mira y Frontera publicó un comunicado en el cual denunciaba que los armados presionaban a las comunidades en Tumaco para protestar contra la erradicación forzosa. En Tumaco hacen presencia las disidencias de las Farc comandadas por "Guacho" y "David".

Tras esos hechos a Jair le tocó salir de la casa en Tumaco en donde estaba desplazado hacia su comunidad. Su esposa estaba enferma, por lo que decidió ir a verla. La Unidad Nacional de Protección le había dado un chaleco antibalas y un celular. Hombres armados lo interceptaron en la vereda Restrepo y lo asesinaron. En esa zona opera un grupo armado al mando de “Cachi”, de quien se decía que estaba a las ordenes de “Guacho”.

“Tuvo que pasar la masacre y la muerte de Jair para que las comunidades vieran agilidad por parte del Estado en la sustitución de cultivos de uso ilícito”; afirma Harold Ruíz,  asesor de Paz de la Gobernación de Nariño y coordinador del equipo de acompañamiento a la sustitución. Se refiere a que el proceso que impulsaba Jair avanzaba a paso lento antes de su muerte, pero luego el Gobierno caminó a otro ritmo.  

En Tumaco hay 4585 familias vinculadas al Programa Nacional Integral para la Sustitución Voluntaria de cultivos Ilícitos, creado por el acuerdo de La Habana entre el Estado y las Farc. Cada una de esas familias recibió un pago de dos millones de pesos y se llevó a cabo el proceso de contratación para que una unión temporal apoye el proceso de sustitución.

En marzo de este año “Cachi” fue capturado en Pereira, a este comandante de una parte de las disidencias lo señalan de ser el autor intelectual del crimen. Por su parte dos personas más fueron capturadas en el corregimiento de Esmeraldas (Ecuador), las autoridades dicen que son los autores materiales. Por su parte, la junta de gobierno sigue confinada en una casa en el area urbana de Tumaco. Sin embargo, siguen con la lucha que le costó la vida a Jair. “Los líderes teledirigen el proceso de sustitución, cuenta Ruíz.