Edgar Serrano Claro tenía 38 años y había durado 17 trabajando para en INPEC (Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario). Dentro de su estadía en la institución se integró a la UTP (Unión de Trabajadores Penitenciarios), una organización sindical que lucha por la humanización penitenciaria desde hace cinco años. Edgar, durante su estadía en la organización, había liderado algunas denuncias de corrupción en las instituciones carcelarias del municipio de Ocaña.

Horacio Bustamante es el presidente de la UTP y también era compañero de Serrano dentro del sindicato. Bustamante afirmó a través de sus redes sociales la indignación ante este asesinato, y sugirió que podría haber una relación con las manifestaciones que la organización sindical había anunciado semanas antes, debido a la eliminación de garantías económicas para los trabajadores del INPEC. Esta relación no ha sido confirmada.

El 19 de noviembre del año 2017, Serrano se encontraba descansando en su casa, ubicada en el barrio La Tocoroma, descansando, pues estaba en su periodo vacacional. Alrededor de las 12:30 p.m., llegó a la residencia una pareja que estaba en búsqueda del arrendatario de la primera planta de la casa, para poder averiguar sobre el precio y los requisitos del piso. Serrano les afirmó que él era el dueño de la casa y los hizo seguir. Dentro del predio, la pareja desenfundó un arma contra el líder, produciéndole la muerte. Serrano había sido amenazado días anteriores al crimen, según documentaron varios medios de comunicación.

Días después del hecho salió un comunicado firmado por parte de ‘Los Pelusos’, a través de redes sociales, en el que dijeron ser los supuestos autores tanto intelectuales como materiales del asesinato de Edgar Serrano, así mismo, afirmaron que la causa de su muerte estaba ligada al aparente maltrato por parte de funcionarios del INPEC a reclusos de la cárcel La Modelo, en Ocaña. Ante el comunicado, la Policía corroboró su autoría.