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No hubo amenaza previa
Eleázar,
Tequia Vitucay
† 01.26.2018

Eleázar Tequia era coordinador de la Guardia Indígena del resguardo Embera-Katío en la vereda El Dieciocho, del municipio del Carmen de Atrato, Chocó. El 26 de enero de 2018, al finalizar una minga de protesta que realizaba el Resguardo, el líder indígena fue asesinado en confusos hechos por el Ejército Nacional.

Tipo de liderazgo:
Comunitario

Tipo de comunidad:
Comunidad indigena

Organización a la que pertenecía:
Resguardo El Dieciocho

Fase de la investigación:
Indagación
Carmen del Atrato, Chocó

Eleázar Tequia Vitucay, de 41 años, coordinaba la Guardia Indígena del resguardo Embera-Katío en la vereda El Dieciocho dentro del municipio Carmen de Darién, Chocó. Entre sus funciones estaba la de acompañar los procesos sociales de la comunidad. Su objetivo era respaldar a la sociedad Embera junto con su bastón de mando, una insignia de la Guardia Indígena. “Defender los mingueros que están en el sitio haciendo los paros. Para proteger, para eso estamos los guardias”, afirmó Tequia Vitucay en una entrevista a finales del 2017.

El 22 de enero de 2018, el Resguardo de El Dieciocho comenzó una minga de protesta, en la cual exigían, ante la Secretaría de Educación Departamental, el cumplimiento a los acuerdos para la educación indígena. Para la fecha, los niños y jóvenes de la comunidad no habían comenzado su año lectivo. La minga indígena se asentó en la carretera Quibdó – Medellín y generó un bloqueo por cuatro días.

La Guardia Indígena, liderada por Tequia Vitucay, acompañó la protesta que ya estaba lista para levantar el bloqueo el día 26 de enero. En el mismo lugar se encontraba el Batallón Mansalva Flores de la Décima Brigada de Quibdó, Chocó, del Ejército Nacional. Alrededor de las 11:00 p.m., cuando el paro estaba disuelto, en confusos hechos un soldado del Ejército Nacional disparó contra el líder indígena.

De acuerdo con El Espectador, el Comando de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán afirmó que algunos indígenas intentaron “desarmar anoche, mediante acciones violentas, a un soldado que trató de registrar a una persona que tenía un arma de fuego y estaba obstruyendo la vía pública”. Afirmaciones que más tarde la comunidad Embera-Katío rechazó.

Cinco días después del hecho, el Ejército Nacional, en cabeza del general Mauricio Moreno, visitó la comunidad indígena para aceptar la responsabilidad del hecho y para pedir disculpas públicas. “Si el perdón sirve para construir un Chocó mejor, pido perdón. Eleázar era un guerrero como nosotros”, fueron las palabras dichas por el general.

Entre el discurso del general Moreno quedó el compromiso por compensar a la familia del guardia indígena. Sin embargo, a septiembre de 2018, siete meses después del homicidio, poco se sabe siquiera del autor material del asesinato. Según cuenta Emilio Cansarí, consejero mayor de la Asociación de Cabildos Indígenas Embera (Asorewa), la justicia y reparación de los seres queridos de Tequia Vitucay se quedó simplemente en un acto de perdón: “Él (general Moreno) fue, pidió perdón por los actos cometidos por sus hombres, pero creo que para la sociedad eso no es lo suficiente. Eso es más simbólico. Es más para calmar el alboroto”.

La situación actual de las comunidades indígenas en Colombia es crítica, 39 de sus 102 pueblos se encuentran en vía de extinción física y cultural, según la Corte Constitucional. Aida Quilcué, consejera de Derechos Humanos y paz de la ONIC, asegura que en Carmen de Atrato la situación puede ser aún más complicada: “Todo el tema que tiene que ver con el departamento del Chocó, en donde viven las comunidades indígenas, está catalogado como uno de los departamentos más riesgosos que existen en este momento, en el marco de la defensa humanitaria. Porque son zonas que hay presencia, no solo de militares, sino de grupos de paramilitares, de disidencia y otros grupos que ponen en riesgo la permanencia de los pueblos indígenas y, en ese sentido, las comunidades son vulnerables”.

Eleázar Tequia dejó a la Guardia Indígena Embera-Katío con un mensaje que bien podría replicarse por generaciones; así quedó registrado en una de sus últimas entrevistas en el año 2017: “El sueño mío es llegar hacia el futuro. Cuidar las autoridades, cuidar los líderes, cuidar las comunidades indígenas”.