Ezequiel Rangel era un líder comunitario de la vereda de Filo Palo del municipio de El Carmen, Norte de Santander. Se dedicaba a la siembra de plátano, café, lulo y hortalizas. También era miembro de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), una organización que ha estado impulsando en toda la región el Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las Farc. En Guamalito, corregimiento de El Carmen en donde residía, era el coordinador del comité veredal de esa colectividad. Eso lo convertía en el principal líder de Ascamcat en la zona.

El municipio de El Carmen, donde vivía el líder, es uno de los 170 municipios priorizados  en los que se desarrollará el plan de desarrollo con enfoque territorial, una de las estrategias planteadas en el Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las Farc para priorizar el desarrollo agrario de algunas zonas especialmente afectadas por el conflicto. El Carmen también hacía parte de las circunscripciones especiales de paz, antes de su caída en el Congreso. Es por esto que el liderazgo de Rangel se caracterizó por promover espacios para la socialización del Acuerdo de Paz en el territorio. Promovió la creación de la zona de reserva campesina del Catatumbo, se opuso a la entrada de multinacionales que querían explotar recursos naturales en la zona y en repetidas ocasiones denunció casos de violaciones de derechos humanos.

Múltiples veces, Ascamcat fue señalada de ser una organización simpatizante con la recientemente desmovilizada guerrilla de las Farc. Juan Carlos Quitero, vicepresidente de la organización, argumenta que la presencia de los actores armados era una realidad de la región con la que tenían que lidiar, pero que esto no significó nunca que apoyaran al grupo armado. “No se puede seguir interpretando el trabajo de las organizaciones campesinas como una estrategia de un grupo ilegal”, aclaró Quintero en una entrevista con el medio Colombia2020.

El 17 de julio de 2017 a eso de las 5am, miembros de la comunidad hallaron el cuerpo sin vida de Ezequiel Rangel, en la vereda Vegas de Aguilar, en el mismo municipio. El líder había salido de su casa el día anterior en horas de la noche, lo siguiente que se supo de él es que había fallecido a causa de tres impactos de bala en el torso. Ninguna persona ha sido judicializada por este crimen.

Ascamcat rechazó este ataque y denunció que en los últimos meses ha “sido víctima de constantes señalamientos y hostigamientos por parte de medios de comunicación, sectores políticos, al igual que amenazas de muerte por parte de grupos paramilitares como los Urabeños de la Frontera".