Era una persona reconocida dentro de la comunidad Indígena Zenú, El Crucero, sobre todo por su labor relacionada con el Acueducto Regional Indígena del cual era presidente. Llevaba trabajando más de 15 años por la comunidad, primero desde su casa y luego en el Acueducto. La comunidad lo recuerda como una persona caritativa y carismática.

El asesinato ocurrió cuando dialogaba con dos personas en la vereda Achiote. Hasta el lugar llegaron dos hombres en moto para intimidar al líder social y robarle la motocicleta. Él opuso resistencia y recibió impactos de bala en el abdomen y en tórax. Aunque las autoridades investigan si no hubo otro móvil, él no había recibido ningún tipo de amenazas, según pobladores de su comunidad.