Durante nueve años Manuel Ramírez Mosquera fue presidente del consejo comunitario La Nueva, ubicado a orillas del río Truandó en Riosucio (Chocó). Durante ese tiempo dio luchas fuertes contra los actores armados que estaban en el territorio. En su comunidad recuerdan que se oponía a que las personas vendieran o arrendaran parcelas en el territorio colectivo porque muchas veces los grupos armados utilizaban esas tierras para la siembra de cultivos de uso ilícito. "Si la gente se opone a eso dicen que se está oponiendo a la manera que tienen los grupos de sacar recursos", cuenta una persona de la región.

Manuel entregó la presidencia del consejo comunitario el 17 de diciembre de 2016, pero nunca se quedó callado. "A mí al que me toca decirle la verdad se la digo, cuesteme lo que me cueste" decía. Sus conocidos recuerdan cuando sostuvo una fuerte discusión con el Eln porque habían reclutado a una de sus familiares. Manuel les decía que en su comunidad no aceptaban la forma en la que sumaban personas a las filas. La guerrilla llegaba hasta el cacerío, algunos hombres enamoraban a las mujeres y estas terminaban uniendose a la insurgencia. El líder les pidió que no hicieran eso en La Nueva, a lo que los armados le respondieron que no se metiera. 

En el 2016, tras la salida de las Farc del territorio, se empezó a librar una guerra territorial en la cuenca del río Truandó. El Ejército de Liberación Nacional y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia empezaron a disputarse palmo a palmo la región. Hasta La Nueva llegaron las Agc. Manuel les exigió que salieran del territorio debido a que ponían en riesgo a la población civil. Desde ese momento los paramilitares lo señalaron.

Los armados decían que Manuel era colaborador de la guerrilla. Tomaron el reclutamiento de su familiar como una prueba de que la familia del líder asistía a la insurgencia. Empezaron las amenazas. Un día hombres armados llegaron hasta la casa de Manuel hombres armados pertenecientes a las Agc a decirle que tenían informaciones de que tenía nexos con el Eln. Él lo negó, pero no lo escucharon.

Las amenazas arrecieron y Manuel decía que no iba a salir de su territorio. Sin embargo, el 17 de agosto del 2017 el lider salió hacia la cabecera municipal de Riosucio, que queda a dos horas del resguardo La Nueva en lancha por el Atrato. Iba a negociar en los restaurantes del nmunicipio el producto de su caza y del trabajo en su parcela. Se encontró con otro líder que le insistió en que cada vez veía más riesgo de que se concretaran las amenazas. Manuel le dijo que él también y que había nottado que lo estaban siguiendo. En ese momento dijo que se iba a terminar de vender los productos y luego se devolvería a La Nueva para recoger unos enseres y saldría del territorio para conservar su vida. 

Manuel se subió en una lancha junto con su hermano. En un sector llamado La Grande, hombres armados de las Agc detuvieron la embarcación, le dijeron al hermano: "el problema no es con usted" y ejecutaron al líder. Al conocerse la noticia en La Nueva se desplazaron 16 familias hacia el casco urbano de Riosucio y 23 quedaron se quedaron resistiendo. Además, su hermano sufre crisis nerviosas.

Las consecuencias del asesinato se prolongaron en el tiempo. La gente de La Nueva sintió que se habían quedado sin un vocero que los defendía en las ssituaciones más difíciles. Los que estaban resistiendo no aguantaron más, la comunidad quedó deshabitada. Los pobladores de La Nueva ahora se encuentran en Riosucio con el anhelo de regresar porque dicen que en ese municipio aguantan hambre mientras que en su comunidad están sus cultivos dañandose. Además, una casa refugio que había en el caserío fue saqueada. La opción de volver parece lejana: en la región dicen que las Agc instalaron un retén en La Nueva.