Efigenia Vásquez era una lideresa indígena de la comunidad Kokonuko, ubicada en el municipio de Puracé, departamento del Cauca.  Hizo parte de la Guardia Indígena de su comunidad durante tres años. En lo últimos años trabajaba de manera voluntaria en la emisora indígena Renacer Kokonuco, vinculada al Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric). Desde la emisora apoyaba procesos de recuperación de tierras.

Según documentó la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, Efigenia desde joven se interesó por los procesos de comunicación dentro de la comunidad indígena. Este interés la llevó a participar en talleres de periodismo y seminarios de “comunicación propia” a nivel departamental y nacional. Con el paso del tiempo, se vinculó a la emisora Renacer Kokonuko en la cual manejó varios programas como “Amanecer Indígena” y “Minga”.

Para Efigenia, la emisora también fue un espacio para denunciar los enfrentamientos que ocurrían entre los Escuadrones Móviles Antidisturbios, Esmad, y el pueblo Kokonuko, dentro del proceso denominado “recuperación de la Madre Tierra”. Este es un mecanismo a través del cual las comunidades indígenas reclaman territorios, que según estas, les han sido despojados históricamente en procesos como la colonización y el conflicto armado.

Efigenia tenía 31 años. Recientemente, se había separado de su pareja por lo que su participación en la emisora había disminuido, ya que tenía que dedicarle más tiempo a sus tres hijos. Además, tenía un cultivo de fresas que le ayudaba con el sostenimiento de su familia. Su trabajo en la emisora no le generaba ningún ingreso, lo hacía de manera voluntaria.

Según la revista virtual Generación Paz, desde hace unos años, la comunidad Kokonuko comenzó en Puracé un proceso de recuperación de la Madre Tierra, en el predio “Aguas Tibias”, del empresario payanés Diego Angulo, donde está ubicado el Centro de Turismo y Termales Aguatibia. Según afirmó a dicha revista Isneldo Avirama, gobernador del resguardo, la comunidad Kokonuko tiene un título colonial de 1773 que confirma su autoridad sobre el predio.

Como parte de este proceso, el domingo 8 de octubre de 2017, Efigenia se dirigió al predio en disputa, para apoyar y documentar un enfrentamiento de su comunidad con el Esmad. La lideresa tenía la tarea de grabar e informar sobre lo que estaba pasando en la zona. En un momento del enfrentamiento, la comunidad Kokonuko estaba lanzando piedras cuando empezaron a escuchar disparos provenientes del Esmad. Uno de esos disparos dejó a Efigenia herida en su pecho.

Según lo documentó la FLIP, miembros de la Guardia Indígena solicitaron una ambulancia para recoger a Efigenia pero el conductor les dijo que no tenía permitido ingresar al lugar. Consiguieron entonces que un carro particular la recogiera pero según un indígena Kokonuko, el Esmad impidió que el carro llegara hasta donde estaba la comunicadora. Al fin pudieron llevarla al Hospital San José de Popayán pero murió a causa de la herida.

En un comunicado de prensa de Medicina Legal, se determinó que la herida de Efigenia fue causada por un proyectil de arma de fuego de carga múltiple, que le produjo una herida cardiaca que causó su muerte. El tipo de proyectil pudo ser de una escopeta o de un artefacto explosivo no convencional.

De la muerte de Efigenia surgieron diferentes hipótesis acerca del presunto responsable. La Organización Nacional Indígena de Colombia, ONIC, afirmó que el Esmad le disparó a la comunicadora. El comandante de la Policía en el suroccidente del país, William Salamanca, sugirió que la misma comunidad Kokonuko habría sido responsable, por el tipo de proyectil. La tercera hipótesis la tiene la Fiscalía y es, que la muerte fue causada por un explosivo de metralla de alguna de las dos partes.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Organización de las Naciones Unidas para Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) pidieron adelantar las investigaciones pertinentes para esclarecer los hechos y sancionar a los responsables.