Mientras los proyectos productivos no son evaluados por el Consejo Nacional de Reincorporación (CNR), exguerrilleros adelantan iniciativas de forma independiente, aún sin el desembolso de 8 millones de pesos al cual tendrán derecho tras la aprobación oficial de las propuestas. Los recursos utilizados para los proyectos, por ahora, provienen del subsidio mensual recibido por los excombatientes y, en algunos casos, de la cooperación internacional.
Mientras el CNR ha aprobado 14 propuestas, y solamente dos de ellas han tenido la inversión realizada, los proyectos independientes suman por lo menos 259, según datos de la ARN (Agencia para la Reincorporación y la Normalización) divulgados en agosto. Luis Medina, delegado del componente Farc ante el CNR, atribuye el aparecimiento de los diversos proyectos independientes a la diáspora de excombatientes desde los 26 ETCR (Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación) iniciales. Actualmente, esos espacios suman 24, después de la desactivación de Vidrí, en Vigía del Fuerte (Antioquia), y de Gallo, en Tierralta (Córdoba). “La gente fue para sus lugares de origen, donde tenían sus afectos, sus orígenes. Cada grupo de ese que ha salido tiene su idea de un proyecto de reincorporación”, afirma.
Actualmente, hay 56 nuevos puntos de reagrupamiento (NPR), según el representante de la Farc. Como esos espacios no poseen una figura legal aceptada por el Estado colombiano, la gestión de sus proyectos productivos se ha realizado por medio de los ETCR, que son los sitios oficiales para el proceso de reincorporación. Sin embargo, las iniciativas también se han adelantado de forma independiente dentro de los ETCR. Solo en el caso del espacio Georgina Ortiz, en Vista Hermosa, Meta, están cultivos de sacha inchi y de caña de azúcar, y una cooperativa de turismo.
La demora en la organización de proyectos colectivos ha sido uno de los motivos que generó la salida de personas de los ETCR, según los excombatientes. Sin embargo, los que decidieron quedarse empezaron a desarrollar sus ideas. Éste es el caso de la iniciativa “Caña para la Paz”, que reúne a más de 40 excombatientes en Vista Hermosa y ha logrado este año empezar la comercialización de panela. Actualmente, buscan adquirir un trapiche para moler la caña y dinamizar la producción, que se da dentro del mismo ETCR.
“La intención es trabajar, asegurar algo para el mañana”, afirma Maicol Vives, integrante del grupo de 36 excombatientes que apostaron por el cultivo de sacha inchi, una especie endémica colombiana de la que producen aceite, en la vereda Guaimaral. Las 22 hectáreas para el cultivo se rentaron con el capital del subsidio mensual recibido por los participantes, sin una inversión externa.
Para gerenciar el proyecto, empezaron en marzo de 2017 la conformación de la cooperativa Sacha Paz. “La expectativa es intentar seguir unificados”, agrega Vives. A pesar de vivir en la finca en la que se produce el sacha inchi, sus trabajadores siguen vinculados al ETCR de la vereda La Cooperativa, que es aledaña. Otra iniciativa que se ha gestado en el mismo espacio es Ecoturismo Solidario del Común, o EcoFarc, que pretende realizar guiados temáticos en la región, tanto sobre su fauna y flora como sobre la historia del conflicto armado.
La cooperativa de turismo, que también está en proceso de conformación legal, es mixta, entre excombatientes y campesinos, habitantes de la región. Además de los guiados turísticos, el proyecto incluye una tienda comunitaria -con productos vendidos a precios asequibles-, el hospedaje para los turistas y la constitución de un museo.
“El proyecto es importante tanto para la reincorporación como para la población civil, que también necesita de sostenibilidad después de la erradicación de la coca”, cuenta Carlos Humberto Ramírez, gerente de la cooperativa.
El museo ya cuenta con material de exposición, como equipos que fueron utilizados por los excombatientes, uniformes, boinas, gorras, riatas y armamento, y está en fase de constitución del guion para la visita. Ramírez afirma que visitó museos en Bogotá para inspirarse, entre ellos el Museo del Oro, el Museo Militar y la Quinta de Bolívar. Para el hospedaje, hay habitaciones disponibles para 16 personas, en las residencias internas del ETCR. Sin embargo, para seguir adelante, la cooperativa aún necesita terminar su proceso de constitución legal.
La formalización de las cooperativas es un paso esencial para que las iniciativas puedan registrarse oficialmente. El adelantamiento independiente de las propuestas, por lo tanto, es parte de un período de transición, eso porque los excombatientes necesitan ser parte de un proyecto productivo aprobado por el CNR para tener acceso a los 8 millones de pesos relativos a la reincorporación económica. Sin embargo, mientras ese recurso no llega, los más de 200 proyectos independientes dan su paso inicial.