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Radiografía de los espacios de reincorporación

La caída poblacional y las dificultades estructurales han caracterizado la mayoría de los 26 espacios que han concentrado a los exguerrilleros de las Farc desde febrero de 2017. En el mapa (arriba) se puede visualizar la población en cada espacio en cuatro diferentes momentos: febrero de 2017 (llegada de los excombatientes), agosto de 2017 (mes de la entrega de armas), octubre de 2017 (movimiento tras la entrega de las armas y fin de las zonas veredales) y marzo de 2018 (población actual). El conteo de los habitantes se registra a partir de un acta firmado tanto por las Farc, como por representantes de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP) y la Agencia Colombiana para la Reincorporación y Normalización (ARN) y se usa para determinar la cantidad de alimentos necesaria en cada lugar.

El mapa también presenta la situación estructural de cada uno de esos espacios a agosto de 2017, según información de la Defensoría del Pueblo. Entre los detalles presentados están la situación de las obras, las vías de acceso y la disponibilidad de servicios básicos como agua, electricidad, tratamiento de aguas oscuras, señal de teléfono e Internet y alimentación.

Al principio llamados Zonas Veredales de Transición y Normalización (ZVTN) y Puntos de Transición y Normalización (PTN), dependiendo de su tamaño, estos espacios fueron los lugares determinados para la llegada de los excombatientes y la entrega de armas hasta el 15 de agosto de 2017. Desde entonces, se volvieron las principales sedes para el proceso de reincorporación colectiva sin armas y para el desarrollo de proyectos productivos, aún incipiente. Se denominaron oficialmente como Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR).

A partir de la entrega de las armas, los excombatientes ya no tienen la obligación de estar en esos espacios: pueden seguir su proceso de reincorporación donde deseen, sea colectiva o individualmente. Según datos de la OACP, el número de habitantes en los 26 espacios disminuyó de cerca de 7.120 en febrero de 2017 a casi 4.320 en marzo de 2018, una disminución del 39 por ciento. Los tres ETCR que más registraron esta caída poblacional fueron: Tierralta, en Córdoba, Caño Indio, en Norte de Santander, y Vigía del Fuerte, en Antioquia.

En otros ETCR, sin embargo, la población se mantuvo estable. Es el caso de los espacios de La Paz, en el Cesar, el único donde el número de habitantes aumentó (de 158 a 170), de Pondores, en La Guajira, y de Riosucio, en el Chocó.

El número de niños, en contraste con los adultos, aumentó más de dos veces en la suma de los 26 espacios, pasando de 186 en febrero de 2017 a 600 en marzo de 2018. El contaje se hizo en base a lo reportado por los excombatientes, considerando tanto los niños que viven en los ETCR como los que son hijos o parientes de excombatientes y frecuentan los espacios de manera irregular.

Los excombatientes eran obligados a estar en las Zonas Veredales hasta agosto de 2017. En ese entonces, los espacios registraban problemas estructurales y de salud. En Dabeiba, Antioquia, por ejemplo, el terreno, inestable, era susceptible de derrumbes. En Policarpa, Nariño, las condiciones del predio y la falta de maquinaria apta generaron problemas en la obra y los excombatientes se trasladaron, acompañados del gobierno, a El Bordo, Cauca. En Tierralta, Córdoba, la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, construida en zona inundable, se rebosaba y generaba riesgo de contaminación. Lo mismo pasaba con las letrinas en Puerto Asís, Putumayo, y con los tanques de manejo de excretas en La Macarena, Meta.

En los tres espacios del Meta hubo retrasos en la entrega de las obras. En La Macarena también se presentó contaminación de la fuente hídrica de la comunidad aledaña por fallas en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales. En Mesetas, solamente el 32 por ciento de las obras estaban listas, no había agua potable ni tratamiento de aguas residuales. En Vista Hermosa, una zona con potencial para epidemias y riesgo de serpientes, se reportaron enfermedades relacionadas a gastroenteritis, temas dermatológicos y fiebres.

El principal punto positivo de esos espacios desde su inicio fue la entrega de la alimentación a los excombatientes, que irá, por el momento, hasta junio, y la disponibilidad de fuentes de agua, algunas veces insuficiente. Las remesas de comida han llegado periódicamente, tanto con alimentos perecederos como con no perecederos. Para mayor información de cada ETCR, haga clic sobre los puntos en el mapa.

Publicado el 14 de abril de 2018.

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