Seis líderes y lideresas sociales del municipio de Buenos Aires, Cauca, decidieron no quedarse con los brazos cruzados ante la inminencia del daño ambiental contra la principal fuente hídrica de la región, amenazada por la minería y la tala irresponsable.
El área mineralizada en el Cerro de Santa Catalina o Cerro La Teta se encuentra 6 kilómetros al sur del poblado de Buenos Aires, Cauca, en jurisdicción de este municipio, sobre la margen izquierda del río La Teta, que constituye su principal drenaje. La zona mineralizada abarca un área de 20 kilómetros cuadrados aproximadamente.
Esta zona, delimitada por las cordilleras Occidental y Central, contiene materiales, en su mayoría lavas y capas de orígen volcánico, depositados por arrastres provenientes de los volcanes Puracé y Sotará. Esta zona es bañada por el río Cauca, que desemboca en las aguas de los ríos Mazamorrero y La Teta, en cuyas orillas se desarrolla gran parte de la actividad minera.
Sin embargo, hay habitantes del sector que llevan a cabo labores de minería sin tener ningún tipo de cuidado o preservación del ambiente y talan indiscriminadamente. Los líderes ambientales del municipio de Buenos Aires han denunciado que pese a los esfuerzos de la fuerza pública por contrarrestar la tala, esta es todavía una práctica recurrente en esta región ancestral, y es por ello que decidieron tomar acciones.
La idea es que sí talen pero de manera controlada, utilizando unos árboles que sembrarían junto a más familias de la zona. “Nosotros pensamos en la siembra de especies de árboles maderables que nos permitan combatir la tala ilegal e indiscriminada de vegetación. Así, los que ejercen la minería no necesitan talar para su actividad, entonces les permitimos que ellos tengan una especie maderable que pueda servirles para su labor y que sean al mismo tiempo conservadas por las familias como sustento e incentivo para preservar y proteger nuestros bosques”, asegura Henry Jimmy Ortíz, líder del municipio de Buenos Aires, Cauca.
Además de esto, la iniciativa ayudaría a garantizar el agua potable en la región, donde hay varios grupos étnicos y un colegio. “Es importante recuperar la cuenca hídrica para evitar deslizamiento y generar un ecosistema sostenible, pues de esa agua viven todos los habitantes”, aseguró David Navarro, líder facilitador de Active Citizens en Colombia.
Por su parte, el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) ha rechazado la explotación minera ilegal en la región a través de varios comunicados. La organización asegura que esta contribuye no solo a la contaminación del medio ambiente, sino a la devastación de la biodiversidad: “La exploración y explotación de minería ilegal genera contaminación y destrucción de la flora y fauna en la cuenca hidrográfica que alimenta el río Cauca, siendo este un patrimonio para el municipio de Buenos Aires, Cauca, departamento y la Nación”.
“Estábamos en busca de un proyecto ambiental que realmente causara un impacto en nuestro municipio; uno que nos permitiera unir fuerzas para rescatar y reforestar la vida de nuestros bosques. Así nació Aires de Paz”, asegura Henry Ortiz, líder ambiental del territorio.
De la iniciativa de los líderes ambientales Liber Villamarin, Jefferson Ocoro Mina, Henry Jimmy Ortiz, Laurentina Chocue, Raúl Arboleda y Onofre Díaz, originarios de diferentes corregimientos a lo largo y ancho de todo el municipio de Buenos Aires, nació el proyecto Aires de Paz, el cual tiene como objetivo general preservar y recuperar las especies de árboles nativas de la vereda Las Delicias, nacedero del río Teta, salvaguardando las laderas de las fuentes hídricas a través del control de la tala indiscriminada.
Las duras dinámicas del conflicto armado han sido constante para los pobladores de la región y los líderes creen que este proyecto puede aportar al “renacer” de la misma: “Nos permite aprovechar que se visibilice en este tiempo todo lo que tiene que ver con el ‘posconflicto’; es el nuevo renacer de esos campos que por cuestiones del conflicto nos fueron despojados por esos grupos al margen de la ley y por la violencia”, relata Henry.
La iniciativa busca la integración de las comunidades que habitan en la región, por medio de una estrategia de cultura ambiental, para beneficiar a cerca de 1.200 habitantes inicialmente. Este proyecto cuenta con fases para identificar las zonas a reforestar, socializar con la comunidad y con la administración municipal y colaborar con entidades y funcionarios clave en el municipio, como rectores de colegios, grupos étnicos y presidentes de juntas de acción comunal.
El trabajo de Henry en Buenos Aires es anterior en otros proyectos en pro de su comunidad. “Nosotros tuvimos una capacitación en Popayán sobre la elaboración de proyectos, esa capacitación duró de 7 a 8 meses. Inmediatamente después comenzamos con la reforestación de fincas ganaderas tradicionales de la región, pero vimos que era algo que no iba a causar un impacto en nuestro municipio, entonces quedamos en consenso con todos nuestros compañeros de los otros corregimientos del municipio de Buenos Aires para hacer algo más”, relata el líder.
Los representantes de las comunidades dan fe de los talleres de sensibilización y capacitación relacionados con la gestión de proyectos que ha impartido el programa Active Citizens, que incubó con ellos el proyecto, pero aseguraron que esperaban mayor gestión de su parte con posibles financiadores para continuar con el mismo. “Sentimos que después del taller quedamos en el aire sin saber qué puertas tocar”, dijo uno de los líderes.
A propósito, David Navarro, líder facilitador de Active Citizens Colombia, está de acuerdo con que la financiación es uno de los mayores retos, sin embargo, dice que siguen trabajando para impulsar los proyectos como este, que hacen parte de la “Línea Colombia Rural” del programa. Así mismo, Navarro fue enfático en señalar que Active Citizens busca empoderar ciudadanos, a través de la capacitación en competencias y herramientas, para que ellos mismos puedan gestionar sus proyectos. “Nosotros les enseñamos a pescar, pero no les damos el pescado”, concluyó.
Desde Aires de Paz creen que el escenario que hoy se dibuja después de casi dos años y medio de la firma de los acuerdos de paz entre el gobierno y la exguerrilla de las FARC es beneficioso para toda la comunidad de Buenos Aires, pues sus líderes sienten más libertad, autonomía y seguridad al momento de reunirse para tomar decisiones, algo que no era posible años atrás. “Después del proceso de paz hemos podido dar grandes avances. Antes era muy difícil la situación, donde se reunieran 4 o 5 personas ya era síntoma de que estaban armando un complot contra X o Y grupo, entonces eso imposibilitaba muchas cosas y hacía que las personas tuviesen mucho temor de poder afrontar o realizar cualquier reunión en pro de la comunidad”, aseguró uno de ellos.
Sin embargo, la amenaza armada no se ha ido del todo en la región. A medida que ha pasado el tiempo desde la firma del acuerdo, la seguridad se ha puesto cada vez más compleja, por la presencia de rentas ilegales como la minería ilegal y el narcotráfico y de grupos que se disputan su control.
Otro reto del proyecto que aduce David Navarro es el riesgo de que este proyecto caiga en manos de ‘politiqueros’ de la zona, que lo manipulen para su beneficio, en vista de la coyuntura electoral. En octubre serán elegidos gobernantes locales y regionales en Colombia.