RAÍCES PARA EL EMPODERAMIENTO FEMENINO

Las heliconias, plantas de raíces fuertes representativas del Putumayo, han sido incorporadas como el símbolo de un grupo de mujeres en el municipio de Orito que promueve la defensa de sus derechos y los de sus compañeras.

El municipio de Orito, Putumayo, no es el único lugar en Colombia en el que falta mucho para que las voces de las mujeres sean tenidas en cuenta más allá del mundo doméstico. Sin embargo, actualmente hay pobladoras trabajando para transformar esta realidad.

Aprovechando la experiencia adquirida en la Red de Tejedoras de Vida del municipio de Puerto Asís, también en el Putumayo, una de sus integrantes comenzó a cultivar la agenda del género en Orito, su propio pueblo. La Red y su trabajo relacionado con feminismo, emprendimiento, intervención artística y comunicación comunitaria inspiró luego a un grupo de mujeres del municipio que se unió para orientar esfuerzos en la educación y visibilización de temas importantes para la mujer rural.

Ante la necesidad de buscar herramientas para empoderarse y empoderar a otras, comenzaron a capacitarse en las veredas de Buenos Aires y San Vicente del Luzon, con el apoyo del programa Active Citizens del British Council y de las mujeres más experimentadas. Estas mujeres luego replicaron estas charlas con otras compañeras, que también hicieron lo mismo.

El proyecto ha girado en torno al deseo de promover la incidencia y el empoderamiento de las mujeres rurales, principalmente entre los 18 y 40 años. La iniciativa también incluye a niñas y jóvenes con las que se trabaja la concientización en derechos sexuales y reproductivos, y a mujeres adultas, con la creación de rutas para la atención de violencia intrafamiliar y la consolidación de iniciativas económicas diferentes al hogar.

Como este, en otros lugares de Colombia se adelantan múltiples proyectos que buscan mitigar esta “violencia económica” que las obliga a la dependencia. En el municipio de La Paz, Cesar, por ejemplo, un grupo de cerca de 25 mujeres, entre habitantes del pueblo y excombatientes, han emprendido una panadería que aunque está en búsqueda de recursos para seguir impulsándose, no solo es una iniciativa productiva que busca la independencia económica femenina, sino también la reconciliación y la superación de la estigmatización que ha dejado la guerra.

A través de estrategias como cartillas educativas y talleres de formación, se busca que las mujeres de Orito, aparte de ocuparse del hogar, también tengan conciencia sobre su cuerpo y se ocupen de ellas mismas, dándole importancia al tiempo libre y a sus espacios de esparcimiento.

El proyecto fue bautizado “Destello y Resistencia de las Heliconias”, según Adriana Tapia Quintero, una de las lideresas que encabeza este proyecto, porque esta flor es “símbolo del Putumayo y es la representación de la resistencia, las raíces fuertes, el éxito ante la adversidad y la lucha constante por la supervivencia”.

La iniciativa, que busca beneficiar a 100 mujeres de manera directa y a otras 300 de forma indirecta, promueve la gestión de charlas formativas y de convenios con diferentes entidades que puedan aportar en sus objetivos y sostenibilidad.

Para David Navarro, líder facilitador de Active Citizens, el British Council no es responsable de tramitar dichos convenios, pues la idea del programa es justamente sumar al empoderamiento de la comunidad para que esta sea autónoma de sus procesos. Otro reto enorme, según el líder facilitador, es que Destello y Resistencia de las Heliconias “no sea absorbido por una organización grande como Las Tejedoras y se convierta en una actividad más que hace la organización”.

Cuando hay organizaciones muy establecidas y consolidadas, explica Navarro, estas pueden generar procesos de ‘conurbación’, trayendo a colación este término espacial para explicar que los procesos más pequeños, en principio independientes, pueden terminar sumándose a procesos externos más grandes.

“Esto es bueno porque se fortalecen lazos, pero malo porque invisibiliza problemáticas más locales”, asegura Navarro, llamando la atención de que los procesos más jóvenes, en estos contextos, pueden arriesgar su independencia e identidad.