En Urrao, un municipio ubicado en la subregión del Suroeste antioqueño, hay en la actualidad dos Nuevas Áreas de Reincorporación (NAR) conformadas por excombatientes que pertenecían al extinto Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR), de Vidrí, en Vigía del Fuerte, Antioquia.
Una de ellas se encuentra en el corregimiento de Mandé y fue conformada hace tres años por 57 excombatientes. Las comunidades que habitan este corregimiento están organizadas bajo la Ley 70 de 1993, que, según el Ministerio del Interior, “tiene por objeto reconocer a las comunidades negras que han venido ocupando tierras baldías en las zonas rurales ribereñas de los ríos de la Cuenca del Pacífico, de acuerdo con sus prácticas tradicionales de producción y el derecho a la propiedad colectiva [...]”. Por lo que estos excombatientes, nativos de este territorio, viven con sus familiares en sus respectivas fincas en el Consejo Comunitario de Mandé, y según Juan Angel Cuesta, miembro de esta NAR, se reúnen para la planeación y ejecución de actividades.
En cuanto a proyectos productivos, actualmente cuentan con un minimercado que fue creado con el aporte de 20 millones de pesos que fueron donados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). El local en el que se ejecuta este proyecto es arrendado y hacen parte de él todos los excombatientes de esta NAR. Seis de ellos planean invertir los 8 millones que les corresponde a cada excombatiente para la ejecución de proyectos productivos en este minimercado y algunos otros que ya los recibieron, han ejecutado proyectos individuales.
Según una publicación de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, el Consejo Comunitario facilitó una tierra que no estaban usando, para que las personas en proceso de reincorporación puedan trabajar, y algunos ya la están cultivando, pero Juan Angel Cuesta explica que la idea es desarrollar allí sus proyectos de vivienda, aunque el Estado no les ha asignado los recursos necesarios.
Julio 2021, © Todos los derechos reservados