De acuerdo con el último informe de la Misión de Verificación de la ONU, publicado el 25 de junio de 2021, desde la firma del Acuerdo de Paz hasta la fecha del reporte, han sido asesinados 278 reincorporados, seis eran mujeres; se han presentado 63 tentativas de homicidio y 21 desapariciones forzadas.
Los departamentos de Cauca, Nariño, Antioquia y Caquetá suman el mayor número de asesinatos; seguidos de Meta, Norte de Santander, Valle del Cauca, Putumayo, Chocó, Huila y Guaviare. Es decir, en casi la mitad del territorio nacional los excombatientes corren peligro, razón por la cual un número importante de ellos y ellas se han desplazado de los Antiguos Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (AETCR), y han buscado zonas en las que perciban mayor seguridad, y en las que puedan ejecutar sus proyectos productivos; de esta forma han nacido algunas de las Nuevas Áreas de Reincorporación (NAR), según versiones de excombatientes.
Pero en esas Nuevas Áreas tampoco han encontrado protección. De las 75 NAR que ese organismo reconoce, 34 pueden verse amenazadas por temas de seguridad, incluyendo algunas que se han constituido en ciudades como Bogotá, conoció La Paz en el Terreno y la UIP. Incluso, algunos líderes de los excombatientes han sido asesinados en esos espacios, como el sonado caso de Albeiro, antiguo líder de La Pista, NAR ubicada en La Uribe, Meta.