Territorios étnicos



Comunidades indígenas y afrocolombianas han permitido que en sus Resguardos Indígenas y Consejos Comunitarios, excombatientes regresen, se asienten y continúen con su proceso de reincorporación dentro de sus territorios colectivos, para que hombres y mujeres en busca de tierras para vivir y trabajar puedan fortalecer sus proyectos colectivos, productivos y de autogestión. Esto ha hecho que la reincorporación cobije, más allá de la población excombatiente, a las familias y a la propia comunidad en esfuerzos de construcción de paz y reconciliación. Esto, gracias al trabajo articulado, el diálogo permanente y los acuerdos con las comunidades donde pertenecen, que los han acogido de nuevo en sus hogares. Incluso, algunas personas se han sumado a las cooperativas que han conformado las personas firmantes del Acuerdo de Paz para adelantar sus proyectos productivos.


Dos historias se cuentan desde la visión de las comunidades indígenas, en las que las autoridades y gobernantes de los cabildos y los resguardos permitieron el regreso de las personas excombatientes, quienes reconocen las dinámicas de gobierno propias de la jurisdicción indígena de los Resguardos. Una de ellas es la NAR conformada en Riosucio, Caldas, en el Resguardo Indígena Cañamomo Lomaprieta, que abrió las puertas de su comunidad a 32 firmantes del Acuerdo de Paz para llevar a cabo uno de sus proyectos más fuertes, el de piscicultura. En el suroccidente, en Caldono, Cauca, en el Resguardo Venteadero, otros 18 excombatientes han llevado a cabo sus procesos educativos y productivos en una finca familiar de uno de ellos. Y desde un territorio afrocolombiano, en Mandé, Urrao (Antioquia), 57 excombatientes, nativos de este territorio, viven con sus familiares en sus respectivas fincas, en el Consejo Comunitario, e impulsan un minimercado para la sostenibilidad de la comunidad.








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Julio 2021, © Todos los derechos reservados