A las NAR de los Montes de María les falta tierra propia, pero les sobra voluntad



Los Montes de Maria, en sus municipios de Ovejas, Los Palmitos, Colosó, Chalán y Morroa, albergan a cerca de doscientos excombatientes organizados alrededor de cinco Nuevas Áreas de Reincorporación.
Crédito foto: El Espectador.



Al sudeste del departamento de Sucre, en la Serranía de San Jacinto, en los Montes de María, al menos 226 excombatientes se encuentran asentados en los municipios de Ovejas, Chalán, Colosó, Morroa y Los Palmitos, conformando en cada municipio una Nueva Área de Reincorporación (NAR), sin embargo, estas no cuentan con asentamientos colectivos. Las personas reincorporadas fueron parte del Antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (AETCR) de Tierra Grata, en Manaure Balcón del Cesar, pero hoy se encuentran en las casas de sus familiares bajo hacinamiento. Con algunos miembros de su núcleo familiar han emprendido algunos proyectos productivos de subsistencia, tanto en parcelas de familiares, como en otras tomadas en comodato o arrendamiento.


“No han tenido acceso a un proyecto de vivienda, están aglutinados, hacinados en una sola vivienda. Pueden ser entre ocho y diez personas en una sola casa. Las personas salieron de su ETCR Tierra Grata porque tenían a sus familias en Sucre, entonces querían acompañar la familia (...), entonces la familia les dio alojamiento”, señala 'Osmany', uno de los líderes en las NAR de Montes de María.


'Osmany' también explica con preocupación que otro reto es la situación de seguridad en la región. “Hay presencia de grupos armados en la zona. Se encuentran sobre uno de los corredores del narcotráfico en Montes de María, al sur del Bolívar, hasta el mar Caribe (...), que atraviesa todo Sucre, y en esas partes, fundamentalmente Colosó, Chalán, Ovejas, Morroa (...), hay personas armadas. Hasta el momento hay un reincorporado asesinado”.


No obstante, dicho riesgo no les ha impedido organizarse. “Todas las NAR tienen nueve formas asociativas: cinco cooperativas y cuatro asociaciones. Todos metieron los 8 millones que el gobierno les dio,El Estado hace una entrega única de 8 millones de pesos a cada persona en proceso de reincorporación, conocidos como Capital Semilla, a través de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) para proyectos productivos, de vivienda o educación. unos los tienen en ganado, otros en ñame, en cerdos, abejas y cuentan con apoyos nacionales e internacionales, pero todos tienen sus proyectos”, dice 'Osmany'.


En Ovejas, cuentan con tres formas organizativas, una es la Asociación Multiactiva de Desarrollo Común—AMDC—, que desde el pasado 24 de junio inició un proyecto avícola con el apoyo de la Fundación Evolución Caribe —FEC— y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania División S03, de quienes recibieron 150 gallinas e insumos para la construcción de sus corrales. Así mismo, mediante la Asociación de Productores Integrales Agroindustriales del Corregimiento de San Rafael —Apias— y la Cooperativa Multiactiva Nuevo Renacer de los Montes de María—Coomaria—, que opera desde el centro urbano de Ovejas, cuentan con un proyecto productivo de ganadería, del que al menos hacen parte 21 hombres y mujeres excombatientes. Esto, con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones, OIM, y la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, ARN.


En Los Palmitos han constituido dos figuras asociativas: la Cooperativa Multiactiva Agropecuaria Formadores de Paz —Coomulpaz—, quienes desde la vereda Cañaveral se dedican a la producción porcícola, y la Cooperativa Multiactiva Agropecuaria de Palmito—Coomuagropal—, con la que siembran y cultivan ñame y maíz. Productos con los que participan, en ocasiones, de los mercados campesinos en la región y proyectos que también han recibido respaldo de la FEC y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania, a través de la capacitación en el manejo de las llamadas Tecnologías de la Información y la Comunicación (Tics) y de estrategias comunicativas para promocionar sus productos.


Por su parte, en Colosó cuentan con la Asociación Multiactiva de Producción Agropecuaria Montes de Maria—Asoagromon—, conformada por un grupo de 24 excombatientes de la extinta guerrilla de las FARC y tres personas de la comunidad dedicadas a proyectos productivos en torno a la apicultura. Cuentan con 40 colmenas —por medio de las cuales recogen cerca de 30 kilogramos de miel por colmena— y ya han alcanzado algunos mercados en Bogotá, Barranquilla y Valledupar, además de Colosó. En febrero de 2021, iniciaron su capacitación en el SENA para el manejo y crianza de las abejas y han contado con el apoyo de la ARN, la Gobernación de Sucre y la FEC. En Colosó también se encuentra la Cooperativa Multiactiva Agropecuaria Renacer Campesina —Coorecam—, a la que pertenecen cerca de 29 excombatientes.






La Asociación Multiactiva de Producción Agropecuaria Montes de Maria, Asoagromon, está conformada por 24 excombatientes, que decidieron apostarle a la paz a través de la miel.
Crédito foto: El Espectador.



En Morroa está la Asociación de Productores Agropecuarios de los Montes de María —Asopramas—, una organización de economía solidaria que pretende la producción ganadera sostenible. Cuenta con el apoyo económico de la OIM y la ARN, y a través de la Fundación Evolución Caribe (FEC) y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania División S03, reciben capacitación en estrategias de comercialización. Y por último, en Chalán, está la Cooperativa Multiactiva Agropecuaria —Coopchagephan—, que también ha contado con el apoyo de la FEC, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania, la ARN, Cooperativa Economías Sociales del Común – ECOMUN—, la Misión de Verificación de Naciones Unidas, gobiernos locales y la Universidad del SINÚ, entre otros, para el fortalecimiento de sus procesos organizacionales.


Hasta la fecha, estos 226 reincorporados viven con sus familias, trabajan alrededor de asociaciones y cooperativas, y han contado con el apoyo de algunas organizaciones nacionales e internacionales. Sin embargo, la tierra en la que trabajan no es suya, le pertenece a algunos de sus familiares y no superan las 3 hectáreas. “Está dada en arriendo, comodato o pertenece a las familias de los excombatientes. Los proyectos se financian con dineros internacionales y con los ocho millones del Capital Semilla”, precisa 'Osmany'.








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