“El Gobierno no reconoce las NAR”: Wilmer Sánchez, excombatiente de San José de las Hermosas, Tolima.

Después de casi cinco años del desarme de hombres y mujeres de la extinta guerrilla de las FARC-EP, y su asentamiento en Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación, ETCR, muchos de ellos y ellas, a causa de los inclumplimientos al acuerdo, y la inseguridad para los firmantes, se reorganizan en Nuevas Áreas de Reincorporación, NAR, para continuar comprometidos con la paz. Varias de estas nuevas áreas para la reincorporación están al sur del Tolima, cerca al Caño de las Hermosas —reserva natural—, en el municipio de Chaparral, sobre las tierras altas de la Cordillera Central y el río Amoyá.

Desde 2018 en San José de las Hermosas, corregimiento de Chaparral, trece excombatientes decidieron que su proceso de reincorporación continuaría en una NAR, vinculado a un proceso colectivo que hoy lleva el nombre de Asociación de Productores Agropecuarios de San José de las Hermosas, o Amoyaher, —nombre que reúne sus afectos por el río Amoyá y el Caño de las Hermosas, y la que no cuenta con un espacio territorial colectivo—. Desde allí trabajan de manera conjunta con otros reincorporados, asentados en otras dos NAR, una en la vereda La Marina y la otra en Chaparral.

Estos tres nuevos espacios de asentamiento, hicieron parte del ETCR Marquetalia —su nombre en memoria del lugar donde nacieron las FARC, conocida como “Marquetalia, cuna de la resistencia”—, ubicado en la vereda El Oso, corregimiento de Gaitania, municipio de Planadas. A pesar de que ya no se encuentran allí, el lazo no se ha roto, y la comunicación es constante. Para quienes fueron parte de las filas de las FARC, la vida en colectivo es la ruta para alcanzar formas de vida digna.

Se han dedicado a las labores agrícolas,caficultoras y de ganadería, en algunas fincas del lugar, y en las tierras de sus familiares —que alguna vez fueron suyas— para generar ingresos para sí, su familia, y sus apuestas colectivas. Viven en las veredas de El Cairo, El Salado, Balcones, Lagunilla, El Escobar, San Pablo, entre otras.

Durante el último año y medio, Amoyaher ha alcanzado el apoyo de We Effect —ONG internacional Sueca—, y de EComún, Cooperativa Economías Sociales del Común, —un colectivo de personas excombatientes de las FARC-EP—, para generar un proyecto de piscicultura y ganadería en 2022. Están a punto de terminar los trámites para acceder al recurso otorgado por la ONG, y el respaldo de la Cooperativa, pero aún no han alcanzado el más importante de todos los requisitos: acceder a un terreno o lote, para su desarrollo. También la Fundación Futuro y Desarrollo Comunitario (Fudesco), busca apoyarlos con un proyecto de piscicultura, pero la barrera de acceso es la misma: tierra.

Para Wilmer Sánchez, uno de los excombatientes que lidera el proceso en San José, será la unión la que los mantenga a flote. Esperan muy poco en estos momentos del Gobierno Nacional, “consideramos que su voluntad política es poca. El incumplimiento a los ETCR es evidente, a las NAR ni se diga. El Gobierno no reconoce las NAR”. Por tanto, los trece excombatientes asociados en Amoyaher, junto a la NAR de La MarinaUna agrupación de seis personas que trabajan en agricultura y producción de café y la de ChaparralSu proceso está en vilo, son pocos sus avances, una buena parte sobrevive como jornalera , buscan en conjunto la financiación de un proyecto de vivienda para todos y todas, y el acceso de cada organización a tierras y recursos para sus ideas de sustento económico.

Sin embargo, en San José de las Hermosas, con el dinero del Capital Semilla,El Estado entrega a través de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN), para proyectos productivos, de vivienda o educación —entrega única de 8 millones de pesos— varias personas se han asociado para el cultivo de café y la producción ganadera y porcícola en las tierras que disponen junto a su familia, o en arriendo.

En mayo de 2021, líderes y lideresas de las Nuevas Áreas de Reincorporación en San José de las Hermosas, La Marina, y Chaparral, fueron invitadas a una reunión con la Alcaldía de Chaparral, la ARN, las Naciones Unidas, y otras entidades nacionales e internacionales. En este encuentro, el alcalde de Chaparral, Hugo Fernando Arce Hernandez, se comprometió con los excombatientes, a brindar un lote para la construcción de un proyecto de vivienda, que beneficiaría a cerca de 43 excombatientes y sus familias. La siguiente reunión fue acordada para el 10 de julio de 2021, donde la ARN socializaría algunos avances esenciales para el desarrollo del proyecto, y el alcalde, respecto al predio, pero aún no se ha llevado a cabo.

Además, dos meses atrás, el 1 de junio, la Sociedad de Activos Especiales, SAE, realizó en la ciudad de Ibagué, capital del Tolima, una reunión con los excombatientes que se encuentran tanto en ETCR, como en las NAR, para contarles de los predios a la venta en el departamento. Algunos están ubicados en Roncesvalle, Chaparral, Ibagué y Rioblanco.

Este no es el primer acercamiento que tienen con esa entidad. —dedicada a la venta de propiedades expropiadas por el Estado a sus dueños irregulares, bajo extinción de dominio— Un mes atrás, ya les habían compartido información al respecto. Sin embargo, muy a su pesar, hasta la fecha no ha sido posible la compra de alguno de estos predios. Explica Wilmer que las razones han sido dos: “no cumplen con las características que necesitamos para emprender nuestros proyectos, y no tenemos aún el dinero para comprarlas. Algunos proyectos han sido aprobados, pero sin tierra cómo”. Estos serán financiados por We Effect a través de EComún.

Wilmer argumenta que “quisiéramos que nos reconocieran como NAR, porque también nos comprometimos con el proceso y no hemos dejado de hacerlo. Pero el gobierno cree que somos desertores. A nosotros no nos llega remesa de alimentos mensual, no contamos con esquema de seguridad, y mucho menos nos llega información de proyectos productivos. Nos enteramos por los compañeros de los ETCR y porque nos movemos”.

Él y sus compañeros continúan comprometidos con el acuerdo. En cada reunión con el Gobierno Nacional, ponen sobre la mesa la existencia de las NAR, y el compromiso que deben asumir con ellos como firmantes de un Acuerdo de Paz. Son colectivos que continúan trabajando por fuera de los ETCR para alcanzar su proceso de reincorporación, y que por razones contrarias a su voluntad tuvieron que salir de ellos: la inseguridad, algunos fueron amenazados; el deterioro en los lugares de paso, y ellos ya eran padres y madres, por tanto querían garantizarles mejores condiciones a sus hijos, y no había iniciado la construcción de un proyecto de vivienda, entre otras.

Entre 2018 y 2019, fue el periodo con mayor registro de excombatientes saliendo de sus ETCR, pretendiendo la búsqueda de nuevos horizontes, y aunque no existe una cifra concreta, el CNR, reconoce que fue en ese intervalo de tiempo, donde sus compañeros y compañeras les comunicaron de sus salidas y las razones, y el dónde se estaban asentando.